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Reportaje:

Ajos, aceite y patatas en vez de retrovirales

Las medidas contra el sida enfrentan al Gobierno surafricano con la OMS, Onusida y las ONG del país

Unos cinco millones de surafricanos con sida (más del 10% de su población) no llegarán vivos a 2013 si se mantiene la negativa de su Gobierno a facilitar fármacos antirretrovirales. Mientras tanto, la ministra de Sanidad, Manto Thsabalala-Msimag, recomienda utilizar "medicamentos tradicionales" (ajo, cebolla, aceite de oliva y patatas dulces de una variedad local) y plantea acabar con la dispensación de nevirapina a embarazadas seropositivas.

La ministra repitió sus tesis ayer en Helsinki (Finlandia), un día después de inaugurar en Durban, en medio de un abucheo, la primera Conferencia sobre el Sida de Suráfrica.

Thsabalala-Msimag anunció la creación de un Instituto de Medicinas Tradicionales, e insistió en su idea de que para combatir el sida lo primero es mejorar la nutrición.

Los máximos responsables mundiales de la lucha contra la enfermedad, el director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Lee Jong-Wook, y el del programa de la ONU contra el sida (Onusida), Peter Piot, han criticado la postura del Gobierno surafricano.

"Es un error hablar exclusivamente de prevención, educación y pruebas voluntarias cuando la gente está muriendo", dijo ayer en Helsinki el director de la OMS en referencia a las líneas de actuación contra la enfermedad presentadas por Thsabalala-Msimag. "También hay que dar tratamiento", agregó.

La situación del sida en Suráfrica ha llegado a un extremo en que el número de muertes (más de 600 cada día) es superior al de nuevos infectados. "Estamos padeciendo una epidemia devastadora, y ésto es sólo el principio", dijo Abdul Karim, investigador de la Universidad de Natal y uno de los organizadores de la conferencia. Según el epidemiólogo estadounidense Rod Hoff, "la mortalidad no llegará a su máximo hasta dentro de tres o cuatro años. El impacto social y económico será considerable".

La conferencia de Durban llega precedida por el pronóstico del Banco Mundial de un colapso económico en África con una caída del 50% del producto interior bruto de Suráfrica, el país con una economía más solvente del continente. Según algunos de los datos presentados, la mortalidad entre los hombres de 20 a 40 años (los que están en su momento más productivo) ha aumentado un 150% en el último año.

Pero el factor que ha puesto en pie de guerra a las ONG del país es la intención del Consejo Controlador del Medicamento de suprimir el suministro de nevirapina a las embarazadas seropositivas. Este fármaco se usa para combatir la transmisión del VIH de la madre al hijo, y tiene tasas de eficacia de más del 80%. Su uso fue un logro de las ONG después de un largo proceso judicial que acabó hace un año. La agencia del medicamento argumenta ahora problemas en el estudio ugandés en que se basó la decisión.

Interrumpir la transmisión de madre a hijo es vital para frenar el sida. En algunas zonas del país, el 50% de las embarazadas son portadoras del VIH, según datos presentados en la conferencia. Muchas de ellas han sido forzadas. Las cifras oficiales registran 54.000 violaciones al año, pero las ONG calculan que el número real, incluidos niños y niñas, ronda los 1,6 millones.

En el caso de los menores, la agresión es más peligrosa, ya que las paredes vaginales y anales sufren mayores desgarros, lo que facilita la transmisión del VIH. La situación de los niños es uno de los temas estrella de la conferencia.

Protesta de activistas contra el sida, durante la Conferencia de Durban.
Protesta de activistas contra el sida, durante la Conferencia de Durban.REUTERS

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