La UE planea enviar 5.000 soldados a Congo para frenar las matanzas

La Unión Europea realiza ya los preparativos para el posible envío de una brigada compuesta por 5.000 soldados a la República Democrática de Congo, en respuesta a la demanda del secretario general de la ONU, Kofi Annan, para que la Fuerza de Reacción Rápida (FRR) de la UE apoye a los desbordados observadores de Naciones Unidas, que no han podido impedir las matanzas interétnicas en el noreste del país. Francia, Reino Unido y Bélgica estudian ya sobre el terreno su posible aportación a esa misión, que, de realizarse, sería la más ambiciosa planteada por la FRR.

Kofi Annan planteó esa petición hace dos semanas al Alto Representante para la Política Exterior de la UE, Javier Solana, quien la transmitió el lunes a los ministros europeos de Defensa reunidos en Bruselas. Solana recomendó a los ministros que tomaran "en serio" esa demanda y dos Gobiernos ya están haciendo planes militares al respecto. El Ejército francés ha enviado a la República Democrática de Congo una avanzadilla de nueve militares para analizar las posibilidades del despliegue de "una fuerza internacional". Según la BBC, el Gobierno británico también se plantea el envío de tropas. Si finalmente la FRR realiza la misión, marcaría un hito tanto por el número de soldados como por la lejanía de Europa.

Fuentes oficiales en Bruselas indicaron que se trataría de una operación para reforzar a los 700 observadores militares uruguayos de la Misión de Naciones Unidas para Congo (Monuc), creada hace dos años con el fin de vigilar el alto el fuego de una guerra más amplia. Desplegados hoy en la región de Ituri, al noreste y fronteriza con Uganda, se han visto inmersos en una guerra dentro de la guerra entre dos etnias (hemas y lendus) y sin medios para la interposición.

En las últimas dos semanas se han producido al menos 280 muertos, cuyos cadáveres han aparecido con mutilaciones. Esta lucha ha afectado a la propia Monuc: dos de sus observadores fueron decapitados este fin de semana y existen claras sospechas de que sus asesinos practicaron el canibalismo ritual con los cuerpos. Unas 65.000 personas han huido aterrorizadas de las matanzas.

Buena parte de los combates interétnicos se están produciendo en la ciudad de Bunia, la capital de Ituri, rica en oro, y cuyo control se disputan los rebeldes de la Unión Patriótica de Congo (UPC) -muchos de ellos de la tribu hema (apoyada por Ruanda), minoritaria en la región-, y combatientes de la etnia lendu (apoyados por Uganda). La actual guerra entre ambos grupos comenzó el 7 de mayo tras la retirada de las tropas ugandesas que, como otras de Ruanda, Zimbabue y Angola, habían invadido Congo en 1998 en apoyo de grupos rebeldes nacionales o del Gobierno de Kinshasa, y a las que los acuerdos de Lusaka obligan a retirarse.

Las fuentes oficiales de la UE indicaron ayer que "todavía es pronto" para decir si finalmente la FRR intervendrá en la zona, pero agregaron que, de hacerlo, debe ser "cuanto antes". En todo caso, informaron de que no se trataría de permanecer mucho tiempo en la región, siempre bajo cobertura de Naciones Unidas, y de que el objetivo sería dejarla nuevamente en manos de los cascos azules (con un nuevo mandato adecuado a la actual situación) una vez que se recupere la normalidad. En Congo hay desplegados más de 5.000 cascos azules, insuficientes para un país que es cinco veces más grande que España.