La ONU aprueba el envío de una fuerza militar al Congo para frenar las matanzas tribales
El dispositivo internacional se desplegará la semana próxima y estará liderado por Francia
El Consejo de Seguridad de la ONU ha aprobado hoy por unanimidad el despliegue de una fuerza internacional en el noreste de la República Democrática de Congo (RDC) donde desde hace varias semanas se registra matanzas interétnicas en el noreste del país
La resolución autoriza, al mismo tiempo, al secretario general de la ONU, Kofi Annan, a reforzar las unidades de la Misión de la ONU en Congo (MONUC) enviadas a Bunia con nuevos efectivos, que deberían llegar "a más tardar a mediados de agosto de 2003".
La fuerza, que liderará Francia, tendrá carácter temporal, hasta el 1 de septiembre próximo, fecha en la que deberían haber llegado tropas de Bangladesh para reforzar a la MONUC, según declaraciones de prensa del embajador de Francia ante la ONU, Jean Marc de La Sabliere.
La fuerza tendrá como objetivo estabilizar las condiciones de seguridad y mejorar la situación humanitaria, proteger el aeropuerto y a los desplazados internos en los campamentos de Bunia, así como a la población civil y los trabajadores humanitarios. El despliegue comenzará la semana próxima con tropas francesas, que constituirán el grueso de esta fuerza, y continuará de forma progresiva en junio hasta alcanzar aproximadamente mil personas.
De la Sabliere no ha precisado quiénes participarán en la fuerza, si bien ha asegurado que habrá muchos países, especialmente europeos y africanos. Para ello, han estado en contacto con Reino Unido, Bélgica y Suráfrica. El diplomático ha indicado que Francia liderará la fuerza a petición del secretario general, quien solicitó el despliegue dada la dificultad de reforzar en un corto plazo a la MONUC en esa región.
Un proceso de paz sin éxito
Actualmente está en marcha en Congo un proceso de paz tras la guerra iniciada en 1998 entre una diversidad de grupos étnicos y milicias apoyadas por varios países de la región.
La resolución exige a las partes en conflicto en el distrito de Ituri y en particular en su principal ciudad, Bunia, que pongan término de inmediato a las hostilidades y respeten el derecho humanitario y los derechos humanos.
También pide a todas las partes congoleñas y los países de la región que cooperen con esta Fuerza Multinacional Provisional de Emergencia y con la MONUC a estabilizar la situación en Bunia y se abstengan de toda actividad que pueda desestabilizar aún más la situación en Ituri.
La resolución pide a los estados miembros que aporten personal, equipo y recursos financieros y logísticos para la fuerza, que, según De La Sabliere, es respaldada por los países de la región, incluidos Uganda y Ruanda.
La ONU calcula que sólo queda un 15% de la población de Bunia, que era de aproximadamente 250.000 habitantes, y que el resto ha huido de los enfrentamientos. Los combates en Bunia y sus alrededores habrían causado la muerte de unas 400 personas en las tres últimas semanas, según cálculos de la organización que no descarta una cifra más elevada ya que hay muchas zonas a las que no tienen acceso.
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