El Guadiamar recupera la fauna afectada por el vertido hace cinco años
La reclamación del Gobierno y la Junta a Boliden sigue pendiente de los tribunales
La cuenca del Guadiamar está recuperando las poblaciones de animales afectados por el vertido tóxico provocado por la rotura de una balsa minera en Aznalcóllar (Sevilla) el 25 de abril de 1998. Cinco años después, los científicos han comprobado la presencia de 129 especies de aves y reptiles, además de una riqueza de mamíferos superior a la previsible tras la riada de seis millones de litros de lodos tóxicos y aguas ácidas.
El seguimiento realizado por un grupo de científicos de la Universidad de Granada demuestra el éxito de la colonización animal en la zona del corredor verde, puesto en marcha sobre los terrenos de la cuenca del río Guadiamar afectados por la riada tóxica. El estudio refleja la existencia de 111 especies de aves, de las que 67 han sido localizados en época reproductora.
De igual modo, el seguimiento de 13 especies de mamíferos revela que el corredor verde cuenta con una riqueza superior a la que "cabría esperar tras el vertido", según los resultados preliminares de uno de los estudios incluidos dentro del Programa de Investigación del Corredor Verde (Picover) puesto en marcha por la Consejería de Medio Ambiente. Entre los animales estudiados figuran la garduña, el turón, la nutria, la gineta el gato montés, el lince ibérico y el jabalí.
La existencia de zonas forestales en el corredor, que estaba destinado a usos agrícolas en un 63% de su superficie cuando ocurrió el vertido, fueron aprovechadas por los mamíferos como refugio durante el siniestro. Ésta es una de las razones que explica la actual riqueza de fauna, así como el comportamiento de algunas especies como la capacidad recolonizadora de la nutria o la expansión de conejos y liebres por la ausencia de carnívoros.
En las jornadas sobre el corredor que se celebrarán en Sevilla desde mañana hasta el miércoles se expondrá la situación de la fauna acuática. A diferencia de los vertebrados terrestres, que buscaron refugio en otras zonas, las especies de fauna y la flora acuáticas desaparecieron en la práctica totalidad del cauce afectado por el vertido. En estos cinco años, los científicos han detectado nuevos episodios de contaminación en el Guadiamar debido a la falta de sistemas de depuración y a vertidos periódicos de las industrias de aderezo de aceitunas que liberan al cauce residuos. Estos episodios contaminantes ocurrían también antes de la rotura de la balsa de Boliden.
La recuperación ambiental de la zona dañada ha sido casi más veloz que los diferentes procedimientos judiciales iniciados tras el vertido. La Audiencia de Sevilla tiene que pronunciarse sobre el recurso de la Junta contra el auto judicial que le cierra las puertas a la reclamación por la vía civil de 89,86 millones de euros al grupo Boliden como parte de los gastos ocasionados a la Administración andaluza por el vertido. Descartada la vía penal, el Gobierno, por su parte, recurrió a la administrativa con la imposición de una sanción de 45 millones de euros a la multinacional sueca por una infracción muy grave de la Ley de Aguas. La resolución de este expediente está pendiente en el Tribunal Supremo.
La ciencia del accidente
La cuenca del Guadiamar es uno de los territorios que más literatura científica ha generado en los últimos cinco años y un laboratorio natural donde se han desplegado experiencias de restauración ecológica. La actuación ante el accidente, iniciada con la limpieza y continuada con la recuperación de los terrenos, se ha convertido en un modelo a seguir, donde destaca la implicación y el protagonismo de investigadores y científicos tanto para estudiar los efectos del desastre como para establecer las acciones de recuperación.
Las jornadas que se celebrarán a partir de mañana en el pabellón de las Tres Culturas, en la isla de la Cartuja, servirán para difundir toda la experiencia acumulada desde abril de 1998. Durante tres días los principales investigadores que han participado en el proyecto del corredor verde expondrán trabajos para explicar cómo se atajó la contaminación o el seguimiento del vertido en los seres vivos.
El Programa de Investigación del Corredor Verde, presupuestado con 4,8 millones de euros, ha reunido a cerca de 300 investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y universidades andaluzas.
Además de las conferencias, se inaugurará una exposición sobre el corredor verde durante las jornadas, que inaugurará el presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, a las 10.00.
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