El Ejército chileno se distancia de la dictadura de Pinochet

El Ejército chileno ya no es el mismo que en los días del dictador Augusto Pinochet. El comandante en jefe de la institución, general Juan Emilio Cheyre, sorprendió al mundo político al distanciarse de la dictadura y del golpe militar del 11 de septiembre de 1973, en una columna que publicó en el diario La Tercera con ocasión de los 30 años del derrocamiento del presidente Salvador Allende. El texto, en el que el general Cheyre ratifica que los atropellos a los derechos humanos cometidos en la dictadura "no tienen justificación", fue recibido por el presidente Ricardo Lagos y políticos de todas las tendencias como un elocuente gesto del signo que marca los nuevos tiempos del mundo militar.

Sin llegar a pedir perdón por las atrocidades cometidas, como lo hizo hace algunos años el jefe del Ejército argentino, Cheyre asegura en el texto que no es un actor político. "Tampoco soy -ni lo es la institución a mi mando- heredero de un determinado régimen de Gobierno. Su defensa, si fuere necesario, compete a otras personas o entidades. Haber asumido que éste es el estado de la situación no me parece un logro menor", afirma.

Cheyre plantea su deseo de que el aniversario del golpe, al que recuerda como el "día en que nos vimos todos envueltos en una gravísima enemistad cívica", no sea una fecha que signifique "enfrentamientos o animadversiones". Sostiene que el Ejército está dedicado a sus tareas profesionales y subraya su aspiración de que sea una institución respetada "no por la fuerza de su poder, sino por la legitimidad de su aporte".

"Desaciertos del pasado"

Para alcanzar la paz social, dice Cheyre, se deben acatar los fallos de los tribunales, pero también respetar la dignidad de los condenados "sin que el debido proceso sea mancillado por juicios públicos o comunicacionales", en relación con los procesos a los militares que violaron los derechos humanos. Se refiere a los "desaciertos del pasado" y reitera que el Ejército es "de todos los chilenos, a quienes está llamado a servir". También pide "amistad cívica" para que Chile se vuelque en la tarea de convertirse en país desarrollado.

El texto contiene conceptos parecidos a los que usaban los mandos del Ejército apegados a la doctrina constitucionalista antes del golpe de 1973. Antes de publicar su opinión, el general Cheyre se la envió al presidente Lagos y a la ministra de Defensa, Michelle Bachelet, en una actitud de deferencia y respeto con el poder civil impensable en otras épocas.

El socialista Lagos valoró el texto de Cheyre como un nuevo paso de la transición a la democracia, mientras el portavoz del Gobierno emplazó a la derecha a hacer gestos de arrepentimiento por su apoyo y participación en la dictadura, algo que hasta ahora nunca han hecho los dirigentes de este sector.