El Gobierno se desentiende de la promesa de dar más medios a los pescadores de las Rías Bajas
El consejero de Pesca deslegitima para representar al sector a los patrones que hicieron huelga
Nuevo varapalo para los pescadores de las Rías Bajas. Cinco días después de que los dirigentes de tres cofradías de las rías del sur de Galicia abandonaran una huelga de hambre tras conseguir lo que ellos consideraban un acuerdo para que el Gobierno les cediera más material de limpieza, la Administración central no quiso concretar en la esperada reunión de ayer ni qué medios ni en qué cantidad van a llegar a la zona. Casi al mismo tiempo, el consejero de Pesca de la Xunta, Enrique López Veiga, quitaba cualquier legitimidad para representar al sector a los patrones que secundaron el ayuno.
A las 15.00 de ayer, tras casi tres horas de reunión con el subdelegado del Gobierno en Pontevedra, Alejandro Millán Mon, los representantes de los pescadores comparecieron ante la prensa abatidos y cabizbajos. Su portavoz, Francisco Iglesias, patrón mayor de O Grove, que en su día también fue el líder de los huelguistas, sólo pudo decir que se sentía "engañado".
Los pescadores habían acudido al encuentro -fijado después de que los patrones mayores de O Grove y A Pobra do Caramiñal y el gerente de la Cofradía de Cangas acabaran su huelga de hambre el domingo- para conocer de primera mano y de forma detallada qué medidas tomaría el Gobierno para combatir una contaminación que aún amenaza la rica zona de las Rías Bajas.
Pero sólo obtuvieron respuestas vagas e inconcretas. No se habló de cifras ni de medios concretos. De hecho, la reunión sólo sirvió para solicitar una nueva reunión, en este caso con la Comisión de Coordinación de Emergencias, el organismo radicado en A Coruña que gestiona toda la crisis del Prestige.
"No tiene competencias"
Francisco Iglesias explicó que el subdelegado les había dicho que "no tiene competencias" para hacer frente a las demandas de los marineros, algo que sorprendió sobremanera a los trabajadores del mar, ya que en su reunión de la semana pasada, que propició la desconvocatoria de la huelga de hambre, dijo otra cosa: "No nos dijo en ningún momento que no tuviera estas competencias. Si lo hubiera hecho no habríamos perdido el tiempo esta semana y habríamos ido directamente a la Comisión de Emergencia".
Las demandas de los pescadores eran y siguen siendo básicamente seis: dotar cada ría de un plan de emergencia, conseguir 50 skimmers (aspiradores de superficie) o succionadores de fuel, 15 barreras oceánicas para luchar contra la contaminación, otros 15 kilómetros de barreras oceánicas para proteger las entradas de cada ría, cinco gabarras para almacenar fuel y equipos de seguridad para todos los que trabajan en la lucha contra el vertido.
Estas demandas, entregadas por escrito el jueves de la semana pasada al subdelegado del Gobierno, siguen sin respuesta oficial. Sólo se sabe que de las cinco barreras oceánicas cuya inminente llegada anunció el Gobierno el pasado lunes, sólo se han recibido dos procedentes de Noruega. Según una nota de ayer del Ministerio de Fomento, todavía se está pendiente del envío de otras dos barreras de Noruega y una tercera de Estados Unidos, aunque su fecha de llegada no fue concretada.
Respecto a los planes de emergencia que solicitan los pescadores, mariscadores y mejilloneros para cada una de las rías, tampoco obtuvieron información concreta. Lo único que se conoce es que Sasemar, la empresa pública de salvamento marítimo, tiene previsto elaborar a medio plazo un plan de lucha contra la contaminación a través de empresas especializadas en la materia.
El vicepresidente primero del Gobierno, Mariano Rajoy, afirmó que "aunque ya se han elaborado planes urgentes para cada ría, en estos días se comenzará por la redacción de un Plan para Galicia, el Cantábrico, el estrecho de Gibraltar y el Mediterráneo, al ser las zonas de mayor riesgo". Los representantes de los marineros de las Rías Bajas, sin embargo, afirmaron no saber "absolutamente nada" de los planes referidos a sus zonas.
En cualquier caso, el patrón mayor Francisco Iglesias aseguró que la falta de material de limpieza en su zona -reclamado como en el resto de las rías prácticamente desde que comenzó a llegar el fuel a Galicia, hace mes y medio- es "muy importante". "Nos faltan bombas succionadoras, chalecos salvavidas y gabarras. ¿Cuántas? Ni lo sabemos, ya que el subdelegado del Gobierno no nos ha dicho ni cuántas se han repartido o han llegado hasta ahora", afirmó visiblemente contrariado.
"Absoluta falsedad"
La situación rozó el esperpento cuando, un minuto después, compareció ante la prensa el subdelegado del Gobierno en Pontevedra y afirmó con solemnidad que hablar de escasez de medios "es una absoluta falsedad". Aseguró, además, que "el Gobierno viene trabajando desde el principio en la línea que reclaman los miembros de las cofradías". Sin embargo, afirmó que la reunión sólo tenía como objetivo "intercambiar información". "Acepté recibir a estas personas, pero ni había un catálogo de temas previo ni se pretendía tomar decisiones que no nos corresponden a nosotros", precisó.
Éste no fue el único problema con el que toparon los marineros que acudieron a la reunión. También trascendió que el consejero de Pesca de la Xunta de Galicia, Enrique López Veiga, ha enviado una carta a todas las cofradías donde niega cualquier representatividad a los dirigentes de las mismas que se declararon en huelga de hambre la semana pasada.
Según el consejero estos huelguistas "no pueden erigirse en portavoces de las cofradías", pese a que forman parte de una comisión de negociación elegida, según ellos mismos, por la Federación Provincial de Cofradías. Francisco Iglesias se mostró sorprendido por la misiva del consejero, a quien lanzó una pregunta retórica: "Si nosotros no representamos al sector ya me dirá usted quién lo va a hacer".
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