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Los hallazgos de Atapuerca invitan a recorrer la evolución humana en el Museo de Zoología

La exposición muestra la cabeza reconstruida de un 'Homo antecessor' de 800.000 años

La evolución de la humanidad sigue siendo uno de los grandes misterios de la historia. Pero gracias a los descubrimientos de los yacimientos prehistóricos de la sierra de Atapuerca (Burgos), entre otros, cada vez se pueden conocer más aspectos de nuestros antepasados. La exposición itinerante Atapuerca y la evolución humana llega ahora al Museo de Zoología de Barcelona con el objetivo de suscitar en el visitante la curiosidad por plantearse una pregunta tan tópicamente formulada como difícil de responder con detalle: ¿de dónde venimos?

José Luis Arsuaga, miembro del equipo de dirección de Atapuerca con Eudald Carbonell y José María Bermúdez de Castro, acudió ayer a Barcelona para dar a conocer un poco más la trascendencia de estos yacimientos, que fueron incluidos en el año 2000 en la lista de Patrimonio Cultural de la Humanidad de la Unesco. El suyo es un trabajo, además de investigación, de divulgación. Y en este sentido la exposición cobra todo su significado. Ayer mismo, Arsuaga pronunció una conferencia sobre la extinción de los neanderthales. Desde ahora y hasta la clausura de la exposición, a principios de febrero, el Museo de Zoología acogerá más charlas de especialistas. Entre otras, la del israelí Yoel Rak, que hablará sobre la anatomía de los neanderthales (19 de diciembre).

'Hemos querido transmitir todo el misterio, la magia y la fascinación por la prehistoria en una narración de la aventura de la evolución humana desde los comienzos hasta la explosión del simbolismo que evidencia el advenimiento de nuestra especie. Queremos que el visitante se sienta recogido en una atmósfera y suscitar una reflexión sobre el origen del hombre', afirmó Arsuaga, comisario de esta exposición, que se ha podido ver también en San Sebastián.

Un laberinto de cuevas

La exposición abarca información sobre el abismal ciclo temporal que va desde Lucy, una Australopithecus afarensis hallada en Etiopía (de hace 3,2 millones de años), hasta el Homo neanderthalensis de La Chapelle-aux-Saints (50.000 años). En este contexto, la exhibición incluye una significativa representación de lo hallado en el laberinto de cuevas de Atapuerca: la Gran Dolina, la Sima de los Huesos, la Galería, la Cueva Mayor, la Sima del Elefante... El conjunto burgalés supone, según Arsuaga, el 85% del registro fósil mundial del periodo del pleistoceno medio.

En Atapuerca y la evolución humana se pueden contemplar reconstrucciones de cabezas como la del Homo antecessor conocido como Niño de la Gran Dolina, el humano más antiguo encontrado en Europa, con unos 800.000 años de antigüedad, que según los estudios fue víctima del primer acto de canibalismo del que se tiene noticia. Esta reconstrucción se acompaña de los cráneos de un chimpancé, de la reconstrucción del llamado Niño del Lago Turkana (un Homo ergaster de 1,8 millones de años hallado en Kenia), del Niño de Taung y de un niño moderno.

La exposición muestra también la reproducción de la cabeza de un Homo heidelbergensis de unos 400.000 años que corresponde al famoso cráneo 5 hallado en la Sima de los Huesos, un lugar donde se acumularon en esa época una treintena de homínidos en lo que se ha interpretado como la evidencia de la más antigua práctica funeraria. La cabeza, realizada como casi todas las reconstrucciones por los holandeses Adrie y Alfons Kennis, reproduce con toda 'fidelidad', según Arsuaga, un flemón que sufrió el individuo. El deteriorado estado de los dientes hallados en la Sima de los Huesos indica, según el catedrático de Paleontología Humana, que los Homo heidelbergensis utilizaban la boca como herramienta.

Sólo algunos de los fósiles expuestos, siempre algunos de los de origen animal, son auténticos. Arsuaga quiso subrayar que las reproducciones que se pueden contemplar han sido hechas siguiendo técnicas que no dañan los originales.

Todo ello está expuesto en un ambiente oscuro que quiere propiciar, según Arsuaga, 'la introspección'. Se incluyen también textos explicativos e información fotográfica y documental de los trabajos en los yacimientos, 'una aventura en sí mismos', añadió.

Se trata de un aperitivo de lo que puede ser el Museo de la Evolución Humana de Atapuerca, con proyecto de Juan Navarro Baldeweg. Arsuaga explicó que los trabajos de prospección arqueológica en el solar donde se tiene que ubicar, donde se levantó el monasterio medieval de San Pablo, acaban de empezar y que se prolongarán durante nueve meses. La construcción del museo, añadió, podría empezar el próximo verano.

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