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La UE financiará ensayos con células madre embrionarias sólo si proceden de cultivos

Los países miembros acuerdan la moratoria de un año con la única oposición de Italia

Gabriela Cañas

Tras un debate ético de más de un año sobre el uso de embriones para investigación, la Unión Europea logró ayer un acuerdo sobre este asunto y, de paso, desbloqueó el VI Programa Marco de Investigación (2003-2006), dotado con 17.500 millones de euros. La moratoria de un año en la financiación con fondos comunitarios de los ensayos con células madre embrionarias tendrá finalmente una excepción: sí habrá dinero cuando tales células estén previamente aisladas en algún laboratorio. Este planteamiento ha sido aceptado por todos los países excepto Italia.

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La presidencia danesa de la UE y la Comisión Europea han hecho un auténtico ejercicio de prestidigitación para tejer un acuerdo que no hiriese susceptibilidades éticas e institucionales. La mayoría del Consejo (los representantes de los 15 Estados miembros de la UE) se había decantado por imponer una moratoria de un año (2003, primer ejercicio de aplicación del VI Programa Marco) a toda financiación comunitaria de ensayos con células madre embrionarias. Así ha sido, pero, dado que el Parlamento Europeo apoya tales ensayos y amenazó con bloquear el presupuesto completo del programa cuatrienal de investigación, se ha admitido una excepción esencial: sí se financiarán tales investigaciones si las células madre ya están aisladas en cultivo.

Incluso España, que se decantó por la moratoria, explicaba ayer oficialmente su postura en un comunicado asegurando que esas células ya aisladas, 'procedentes de embriones previos, no se pueden considerar ya como embriones'.

Tal argumento no fue suficiente para Italia. El viceministro de Investigación, Guido Possa, elogió el trabajo de Dinamarca y de la Comisión para a renglón seguido expresar la imposibilidad de aprobar tal excepción, por 'respeto a la dignidad humana y a la protección de la vida'.

Este encaje de bolillos ha sido fundamental para desbloquear uno de los programas plurianuales más importantes de la UE. El Consejo estaba dividido por un asunto menor en términos económicos, las células madre, que abre sin embargo perspectivas para el tratamiento de enfermedades como la diabetes o el Parkinson.

Sólo el Reino Unido y Suecia permiten en la UE ensayar con células madre embrionarias. Alemania también, pero sólo con células madre importadas. Los demás países lo tienen prohibido, salvo que, como en el caso español, se usen embriones no viables.

Ahora, tras la moratoria y la excepción, el acuerdo de hace un año es prácticamente válido: la UE financiará tales investigaciones (con las condiciones nuevas) en los países que no lo prohíban. En principio tienen cobertura legal, pues, casos como el del científico español Bernat Soria, que obtuvo 2,1 millones de euros de financiación comunitaria (a cuenta del anterior programa marco) para sus ensayos con células madre, siempre que las haga fuera de España y use células ya aisladas.

Pero el debate no sólo no ha concluido, sino que promete prolongarse. El Parlamento Europeo ha depuesto las armas a cambio de que la moratoria se revise antes de 2004.

'Es evidente que estos asuntos van muy deprisa y que hay que revisar las legislaciones', aventuró ayer el secretario de Estado para Asuntos Europeos, Ramón de Miguel.

El comisario europeo de Investigación, el belga Philippe Busquin, se mostraba ayer aliviado por el acuerdo. Insistió en la importancia del Programa Marco, que estará vigente desde el próximo enero hasta el final de 2006, y explicó que las nuevas condiciones impuestas a la investigación con células madre embrionarias la limitan.

'Es más fácil técnicamente disponer de embriones congelados que de células madre aisladas. Sólo hay 19 laboratorios en el mundo que las tengan. Pero es sorprendente comprobar cómo de las 15.000 expresiones de interés [preproyectos de investigación] ya recibidas, sólo una treintena se refieran a este tipo de ensayos. Éste es un debate político; no científico', opinó Busquin.

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Sobre la firma

Gabriela Cañas
Llegó a EL PAIS en 1981 y ha sido jefa de Madrid y Sociedad y corresponsal en Bruselas y París. Ha presidido la Agencia EFE entre 2020 y 2023. El periodismo y la igualdad son sus prioridades.

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