Las eléctricas negocian un pacto interno sobre las nuevas tarifas

Endesa, Iberdrola, Unión Fenosa, Hidrocantábrico y Viesgo han mantenido dos reuniones en la última semana para acordar una distribución equitativa de las cargas y beneficios que supondrá el nuevo modelo tarifario que va a aprobar el Gobierno. Las reuniones, confirmadas por fuentes de las empresas, son calificadas por la asociación del sector, Unesa, de 'sesiones internas de trabajo sin relevancia pública', pero son importantes porque tratan de asegurar la paz y la estabilidad del sector hasta 2010.

En las últimas semanas, el foco de atención ha estado puesto en los contactos que los representantes del sector eléctrico, a través de la asociación Unesa, han mantenido con el Ministerio de Economía una vez que éste anunció que durante los próximos ocho años las tarifas subirán, aunque menos que la inflación prevista (2%).

Pero no menos trascendentes son las reuniones que las empresas eléctricas (con muy diferente estructura de negocio) están celebrando entre sí para evitar que la nueva metodología de tarifas que apruebe el Gobierno perjudique o beneficie en exceso a una determinada compañía. 'Se trata de neutralizar los posibles efectos negativos que puedan derivarse de la nueva metodología de tarifas prevista para una u otra empresa', afirma una fuente al tanto de las negociaciones.

En una época en la que en el mundo empresarial prima sobre todo el concepto de competencia (vigilado además por las autoridades competentes), las empresas matizan que el acuerdo no tiene nada que ver con un 'reparto' de beneficios o la distribución pactada de un mercado concreto, sino que se trata de elaborar un modelo sobre 'conceptos' para presentar al Gobierno.

Metodología

Tras el acuerdo 'metodológico' hay, por supuesto, dinero. Aunque el decreto que dará luz verde al nuevo modelo para calcular las tarifas en los próximos años no está aprobado, éste afectará, entre otros extremos, a los denominados costes de transición a la competencia (CTC), a las actividades aún reguladas por el Gobierno (transporte y distribución de electricidad) y a las que no lo están (generación y comercialización), pasando por la moratoria nuclear que paga cada usuario en el recibo.

Y no todas las empresas tienen la misma estructura de negocio, de forma que las más pequeñas están muy pendientes de cómo el Ejecutivo pueda tratar las ayudas eléctricas (asegurar su cobro), que benefician más a las más grandes y, entre éstas, se mira con lupa qué flanco puede quedar más al descubierto si un año llueve más o menos o hay que recurrir a quemar más o menos carbón para asegurar el suministro eléctrico.

La negociación entre compañías no está cerrada. Hay posturas divergentes. Según las fuentes consultadas, Iberdrola (cuyo presidente, Íñigo Oriol, también lo es de Unesa) mantiene posiciones que no cuentan con el apoyo de las compañías más pequeñas. Consultada Iberdrola, un portavoz señaló que la empresa 'mantiene un diálogo fluido con las otras compañías en la búsqueda de posturas comunes'. Endesa, por su parte, ha reconocido, en comunicación a la CNMV, que los planes del Gobierno supondrán una importante mejora de sus resultados.