El plan de subir la luz los próximos ocho años desata un alud de críticas al Gobierno

La propuesta de Economía de subir los precios de la electricidad 'por debajo del 2%' todos los años hasta 2010 desató ayer un alud de críticas contra el Ejecutivo. PSOE, IU y CiU sumaron sus voces de rechazo por la medida a las asociaciones de usuarios. El PSOE e IU destacaron que la propuesta rompe la promesa realizada por el Gobierno en 2000 de bajar las tarifas un 9% en tres años. El secretario de Estado de Economía, José Folgado, y el PP defendieron el plan porque los precios crecerán menos que la inflación, lo que supondrá, afirmaron, bajadas 'en términos reales'.

Tanto el PSOE como IU están convencidos de que la medida adelantada por el Gobierno el miércoles, y que será negociada en septiembre con las empresas eléctricas, es la prueba de que el Ejecutivo se ha plegado a las presiones del sector. La diputada socialista Aratxa Mendizábal lo expresó de forma clara al afirmar que la política del Ejecutivo en el sector energético responde 'a impulsos y a presiones de las eléctricas' que le llevan a intentar 'encubrir' los aumentos de precios. Más contundente si cabe, el coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, aseguró que 'el Gobierno está al servicio de las eléctricas' al romper 'por la vía de los hechos' el marco eléctrico y todos los compromisos con los consumidores.

Tanto el PSOE como IU destacaron que en junio de 2000, el ministro de Economía, Rodrigo Rato, prometió a los usuarios que los precios de la luz bajarían hasta un 9% en tres años, porcentaje que en la práctica se ha quedado en un 4% para los consumidores domésticos.

Malestar de CiU

También Convergència i Unió (CiU) mostró su malestar por la medida adelantada por el Ministerio de Economía. El portavoz de los nacionalistas catalanes en la Comisión de Economía y Hacienda del Congreso, Josep Sánchez Llibre, afirmó que la subida de la energía perjudicará a las empresas. En un comunicado, además, CiU expresó su preocupación por lo que califica de 'posible pacto entre el Gobierno español y las compañías eléctricas' para subir los precios, medida que, en su opinión, puede 'romper el ritmo de liberalización del sector iniciado en los últimos años' y dañar la competitividad de los sectores industriales.

Preocupada por la repercusión de las subidas, la Asociación de Empresas con Gran Consumo de Energía (AEGE), de la que forman parte, entre otros, empresas siderúrgicas, químicas, cadenas de grandes almacenes e incluso la compañía ferroviaria Renfe (el primer consumidor empresarial de energía eléctrica), exigió ayer al Gobierno que el aumento de las tarifas eléctricas y la nueva metodología de cálculo que la acompañará sirva para aumentar 'de forma significativa la oferta y para paliar el problema de escasez de suministro en el futuro'. AEGE advirtió además de que la evolución de las tarifas no debería suponer para la industria básica española precios superiores a los de sus competidores europeos.

Frente a la avalancha de críticas, el portavoz de Economía del PP, Vicente Martínez-Pujalte, calificó el plan del Gobierno de 'muy positivo' y consideró 'muy importante' para el consumidor que el recibo de la luz 'suba por debajo del IPC'.

Propuesta

La propuesta de Economía, que aún no ha sido valorada oficialmente por la asociación de las empresas eléctricas Unesa, estipula que hasta 2010 habrá subidas de tarifas cada año que responderán a 'parámetros estables y predecibles, de tal forma que la subida anual será siempre del 2% menos un porcentaje a determinar cada año en función de diversas variables' como la demanda, los costes de producción y de distribución o los tipos de interés.

Desde el Gobierno y, más en concreto, desde el área encargada de gestionar la política energética, el Ministerio de Economía, el secretario de Estado, José Folgado, aseguró que pese a la subida prevista, las tarifas eléctricas seguirán bajando 'en términos reales', ya que se incrementarán cada año menos que el IPC. 'Todo el mundo quisiéramos que las tarifas bajaran no sólo en términos reales, sino también en términos nominales, pero es obvio que deseamos tener energía suficiente y de calidad, para lo que es necesario realizar procesos inversores muy intensos', concluyó Folgado.