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GOLPE A AL QAEDA

Detenido una figura clave en el ataque del 11-S

EE UU confía en que la detención sirva para desmontar la estructura internacional de Al Qaeda

Enric González

El Gobierno de Estados Unidos mantiene silencio sobre la detención de Ramzi Binalshibh. El presunto miembro de Al Qaeda era una pieza codiciada y se ofrecía una recompensa de 25 millones de dólares a quien ayudara en su captura. Distintas fuentes de los servicios secretos indicaron ayer que aún no se había decidido qué hacer con Binalshibh, una vez concluyeran los primeros interrogatorios en territorio paquistaní y que lo prioritario era extraerle información. En la madrugada de ayer, cuando se supo que el presunto terrorista había caído en manos de la policía de Pakistán durante un asalto efectuado en cooperación con agentes de la CIA, un portavoz policial indicó al diario The Washington Post que Binalshibh sería trasladado inmediatamente a una base de Estados Unidos en Afganistán. Ayer, sin embargo, seguía en la ciudad paquistaní de Karachi. 'Lo más urgente es interrogarle y averiguar si sabe algo sobre otros planes de Al Qaeda y sobre la estructura internacional de la red', dijeron otras fuentes a la cadena de noticias CNN.

La situación legal de Binalshibh tras su detención es una incógnita
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La detención del supuesto integrante de los comandos del 11 de septiembre, superviviente porque no consiguió visado para entrar en Estados Unidos, constituye un éxito que la Casa Blanca necesitaba con urgencia. Para demostrar que se avanzaba, pese al fracaso con Osama Bin Laden, y para obtener información. 'Hemos obtenido una victoria, y seguirán otras', declaró ayer George W. Bush. 'Es una gran captura, porque fue uno de los coordinadores de los ataques del 11 de septiembre y porque puede conocer a miembros de Al Qaeda ocultos en Estados Unidos', dijo Vincent Cannistraro, agente de la CIA especializado en antiterrorismo.

Su situación legal, sin embargo, es una incógnita. Agentes de la CIA y del FBI asisten a los interrogatorios, pero el prisionero no ha sido, por ahora, formalmente entregado a las autoridades de Estados Unidos. Si el Departamento de Justicia se hace con la custodia de Binalshibh, no tendrá otra opción que procesarle y, en principio, ordenar al fiscal que pida para él la pena de muerte, igual que ha hecho con el francomarroquí Zacharias Moussaoui, otra persona presuntamente vinculada a los atentados del 11-S. Eso implicaría problemas con Alemania, que dispone de gran parte de la información sobre Binalshibh y solicitará, probablemente, su extradición. Los países de la Unión Europea no cooperan con la justicia estadounidense cuando la información que pueden proporcionar es utilizada en un juicio que puede resultar en pena capital.

En el caso del ciudadano yemení, Washington tendría que elegir entre enjuiciarlo sin disponer de todas las pruebas o alcanzar un acuerdo con él para reducir la condena a cadena perpetua y contar con la ayuda de las autoridades alemanas. Otra opción sería la de mantener al detenido en Pakistán, donde se le puede interrogar sin límites constitucionales y donde también se aplica la pena de muerte.

La posibilidad de un pacto permanece abierta mientras se decide si Binalshibh sigue en Pakistán o es enviado a Afganistán, de donde podría ser trasladado posteriormente a la base cubana de Guantánamo o, más probablemente, a un centro de alta seguridad en Estados Unidos.

'En Alemania expedimos la orden de captura internacional y queremos hacerla valer', afirmó ayer el ministro del Interior alemán, Otto Schily, al margen de una reunión con sus homólogos europeos en Dinamarca, informa Ciro Krauthausen. 'Si hay intereses encontrados, tendremos que llegar a un acuerdo', agregó.

Nacido el 1 de mayo de 1972 en Yemen, Binalshibh apareció por vez primera en Alemania el 27 de septiembre de 1995, cuando pidió asilo identificándose como un ciudadano de Sudán llamado Ramzi Mohamed Abdalá Omar. Cuando su solicitud fue definitivamente negada, en diciembre de 1997, Binalshibh volvió a asumir su verdadera identidad y regresó legalmente a Alemania ese mismo mes.

En noviembre de 1998, Binalshibh se mudó a un piso en Hamburgo, junto a Mohamed Atta, el piloto del primer avión que se estrelló contra las Torres Gemelas. En sus declaraciones a Al Yazira, Binalshibh incluso se vanaglorió de haber sido el verdadero coordinador del 11 de septiembre.

Por otra parte, una presunta célula de Al Qaeda formada por cinco estadounidenses originarios de Oriente Próximo fue desmantelada el viernes en Buffalo (Nueva York), anunció ayer el vice fiscal general Larry Thompson. Los detenidos, a los que se acusa de dar apoyo material a Al Qaeda, estuvieron en campos de entrenamiento de ese grupo en Afganistán en el verano de 2001.

Varios agentes escoltan a uno de los detenidos el pasado miércoles en Karachi, que la policía local asegura que es Ramzi Binalshibh.
Varios agentes escoltan a uno de los detenidos el pasado miércoles en Karachi, que la policía local asegura que es Ramzi Binalshibh.ASSOCIATED PRESS

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