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Un terrorista de Al Qaeda que visitó Madrid anuncia en un vídeo nuevos atentados suicidas

La película ha sido descubierta en Afganistán entre los escombros de un recinto militar

José María Irujo

El rastro de Ramzi Bin al Shibh, uno de los aspirantes a piloto que no pudo participar en los atentados del pasado 11-S en EE UU, se perdió en Madrid seis días antes del ataque. Ahora su imagen reaparece en un vídeo localizado en Afganistán en el que este yemení anuncia nuevos atentados suicidas. La cinta es una prueba más de que la amenaza terrorista continúa. Agentes norteamericanos han analizado en España la documentación intervenida a la célula de Al Qaeda (La Base) desarticulada por la policía. El último detenido tenía un manual de explosivos.

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Ramzi Bin al Shibh, que llegó a Madrid el pasado 5 de septiembre en un vuelo procedente de Düsseldorf (Alemania) y al que se considera responsable de la logística de los atentados, es el protagonista de uno de los cinco vídeos localizados por las tropas norteamericanas entre los escombros de un recinto militar de Mohamed Atef, el jefe militar de Osama Bin Laden muerto el pasado mes de noviembre en Kabul durante un bombardeo.

En las cinco películas, una por cada terrorista, los miembros de Al Qaeda lanzan 'mensajes de martirio' que indican la preparación de nuevos ataques suicidas, según ha declarado John Ashcroft, fiscal general de EE UU. 'Estos hombres pueden estar en cualquier parte del mundo', advirtió esta semana tras distribuir sus fotografías y pedir ayuda para su localización 'antes de que ataquen a más personas inocentes'.

Los terroristas de Al Qaeda miran de frente a la cámara, invocan a Alá y aceptan su destino en nombre de 'una gran causa', con mensajes contra EE UU y a favor de 'la guerra contra los infieles'. Bin al Shibh, yemení de 29 años, 1,72 de estatura, el hombre que se paseó por Madrid, aparece sereno, pero con barba y el rostro cansado. Su cabeza está cubierta por un turbante rojo y el cuerpo envuelto en ropas árabes.

Un aspecto muy distinto al que exhibía el pasado 5 de septiembre cuando llegó al aeropuerto de Barajas (Madrid) procedente de Düsseldorf. Entonces llevaba el pelo corto, bigote, calva incipiente y vestía ropa occidental, según lo retrata la Oficina de lo Criminal alemana (BKA). Viajaba como un turista cualquiera en Lufthansa y exhibía un pasaporte con el nombre falso de Ramzi Mohamed Abdelá Omar.

Pero aquel viajero, en apariencia inofensivo, era en realidad Ramzi Bin al Shibh, el compañero de piso en Hamburgo (Alemania) de Mohamed Atta, el piloto suicida que una semana después estrelló el primero de los aviones secuestrados contra las Torres Gemelas en Nueva York. Atta había visitado España antes que Bin al Shibh -en enero y julio- y se había paseado por los mismos pasillos del aeropuerto de Barajas sin despertar sospechas.

El yemení estuvo en España varios días, se alojó en un domicilio particular y se entrevistó con miembros de la célula española de Al Qaeda, según cree la policía. Luego se esfumó sin usar su billete de regreso a Düsseldorf, fechado el 19 de septiembre. Desde entonces su imagen ocupa la página web de la policía alemana. Tras la aparición del vídeo es uno de los hombres más buscados del planeta.

¿A que vino a España este presunto terrorista una semana antes del atentado contra las Torres Gemelas y el Pentágono? ¿Se entrevistó con Imad Eddin Barakat, Abu Dahdah, el presunto responsable de la célula española, que todavía no había sido desarticulada? Preguntas a las que la policía todavía no ha ofrecido respuesta.

Ramzi Bin al Shibh residía en el número 54 de la calle Marienstrasse, en Hamburgo, donde vivieron Atta y Said Bahaji, otro aspirante a piloto. Un discreto apartamento donde se diseñó la mayor agresión armada contra EE UU desde el ataque de Pearl Harbor. Bahaji, que también está huido, es el propietario de la agenda en la que apareció el teléfono 00 34 1-6464549, de la antigua casa en Fuenlabrada (Madrid) de Abu Dahdah, el presunto dirigente de la célula española.

Según el auto de prisión de Baltasar Garzón, Abu Dahdah, 38 años, español de origen sirio, vecino de Madrid, casado con una española, mantuvo conexiones en Alemania con Ramzi Bin al Shibh y los otros organizadores del atentado. El juez le atribuye a él y a los otros detenidos su participación en la acción terrorista. Una acusación que todos ellos niegan.

El yemení entregó a Zacarias Moussaoui, la única persona acusada en EE UU por los atentados del 11-S, miles de dólares que, según el FBI, éste invirtió en clases de aviación y en preparar los atentados.

Piloto frustrado

El propio Bin al Shibh pretendía formarse como piloto en la escuela Florida Fligh Center, en la que consiguieron su título Atta y Al Shehhi, dos de los aviadores suicidas. Pagó su matrícula, pero le denegaron el permiso de entrada en EE UU y no logró cumplir su sueño. Ahora reaparece su sombra en los escombros de un local de Al Qaeda en Afganistán.

El FBI no ha facilitado las frases completas que los cinco terroristas pronuncian en sus vídeos con el argumento de que pueden contener mensajes. Sí reconoce que ignora cuándo o dónde pueden llevarse a cabo los nuevos atentados suicidas. Tampoco aclara cuándo se grabaron estas imágenes que, según Ashcroft, son una nueva amenaza para el mundo.

¿Dónde está este hombre de 29 años con cara de chico bueno? ¿Sigue en España? La policía cree que dejó Madrid en septiembre y partió hacia un lugar ignoto. El auto de Garzón lo situaba 'en algún país árabe de la zona de Oriente Medio'.

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Sobre la firma

José María Irujo
Es jefe de Investigación. Especialista en terrorismo de ETA y yihadista, trabajó en El Globo, Cambio 16 y Diario 16. Por sus investigaciones, especialmente el caso Roldán, ha recibido numerosos premios, entre ellos el Ortega y Gasset y el Premio Internacional Rey de España. Ha publicado cinco libros, el último "El Agujero", sobre el 11-M.

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