Atta se alojó en Madrid frente a la escuela de simuladores de vuelo
El pasado 8 de julio, tres semanas después de que Mohamed Bensakhria, lugarteniente de Bin Laden, fuera detenido en Alicante, Mohamed Atta, un egipcio de 33 años, llegó a Madrid en un vuelo procedente de Miami (Florida). Nadie sospechaba de él pese a que desde su apartamento, en el número 54 de la calle de Marienstrasse, en Hamburgo (Alemania), planificaba el atentado del 11-S que provocó más de 3.000 muertos.
Atta, el piloto que dos meses después estrelló uno de los Boeing secuestrados contra la primera de las Torres Gemelas en Nueva York, se alojó en el hotel Diana Cazadora, un establecimiento de tres estrellas en Barajas, a cincuenta metros del centro de simuladores de Senasa, donde se entrenan pilotos de compañías aéreas y alumnos privados en proceso de formación y calificación. Una escuela de vuelo, abierta día y noche, en cuyos simuladores se imparten, entre otras actividades, cursos de familiarización con el Boeing-757 y el Airbus 320/340 de 33 horas de duración.
Atta llegó a las 23.30, se inscribió en el hotel con un nombre falso y pidió algo de comer cuando la cafetería estaba a punto de cerrar. Celestino, un camarero de Alcalá de Henares, le atendió e hizo estampar la minuta. Su firma coincide con la misma que rubricó al alquilar un coche con el que viajó hasta Salou (Tarragona), donde se alojó los días 9 y 10 en el hotel Casablanca. El egipcio hizo 1.600 kilómetros en su coche hasta devolverlo en el aeropuerto de Madrid-Barajas el día 17, poco después de llenar su depósito de gasolina y pagar con su tarjeta de crédito. Desde allí mandó un mensaje a través de una máquina de Internet y tomó un vuelo de regreso a Miami (Florida).
Alumnos investigados
La policía investiga a todos los alumnos de la escuela de simuladores de vuelo de Senasa, en esas fechas la única de España, a excepción de la que funciona en el Centro de Mantenimiento de Iberia en La Muñoza, en Barajas (Madrid), para los pilotos de la compañía española.
La escuela de Senasa tiene el único simulador de Boeing 757 que hay en España, y alquila sus instalaciones a compañías de bandera de varios países, entre ellos Marruecos. 'La policía se llevó los expedientes de los alumnos y no hemos vuelto a saber nada. Sabemos que se están investigando los centros de simulación de toda Europa', señalan fuentes del centro. '¿De verdad que Atta durmió en el Diana Cazadora?', pregunta sorprendido uno de sus directivos.
Estas fuentes reconocieron que entre los alumnos había alguno de origen árabe e insistieron en que a todos los alumnos que hacen cursos de simulación se les exige su licencia de piloto y cumplen los requisitos exigidos a nivel internacional.
¿Fue una casualidad que Atta se alojara frente a una escuela de vuelo? La policía cree que no, y sospecha que mantuvo alguna cita con algún alumno o ex alumno de esta academia, que depende del Ministerio de Fomento.
En una habitación próxima a la que ocupó el piloto suicida en el Diana Cazadora se alojó otro árabe cuya verdadera identidad se investiga por si tuviera que ver con el atentado. La hipótesis inicial de que pudiera tratarse de Al Shehhi, el piloto que estrelló el segundo avión secuestrado contra las Torres Gemelas, se ha descartado.
El FBI ha solicitado a la policía española que investige la posible presencia en España de Iabal Afzal, un árabe al que se relaciona con Atta. Conversaciones telefónicas demuestran que también estuvo en España.
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