La Bolsa se hunde un 4% y retrocede a los niveles de hace cinco años

La Bolsa española sufrió ayer el mayor castigo de todo el año. El índice Ibex 35, que agrupa a las principales empresas, cayó un 3,96% para situarse en los 6.651,40 puntos. El índice general, que reúne a todo el mercado, cayó un 3,33%. Tras el desplome de ayer, los índices españoles han vuelto a niveles de diciembre de 1997, con el único paréntesis del 21 de septiembre de 2001, cuando el indicador rozó un mínimo de 6.498,40 puntos, fruto de los atentados del 11 de septiembre contra Nueva York y Washington.

En los últimos dos meses se han esfumado las ganancias acumuladas en ejercicios históricos como 1998, 1999 y el primer trimestre de 2000. Niveles que dejan lejano que el índice Ibex 35 rozase los 13.000 puntos en diciembre de 1999.

Compañías como Telefónica, Endesa o Repsol, que ayer tuvieron caídas del 6,21%, 4,65% y 5,32%, respectivamente, están a precios de hace un lustro. Y eso, sin olvidar, que por medio se produjo la crisis rusa y la asiática. Incluso en esos momentos, los valores tenían precios superiores a los actuales.

También los grandes bancos españoles recibieron ayer una dura rebaja en sus precios. El Santander Central Hispano se dejó el 6,37% de su valor y BBVA cayó el 2,19%. En estos casos, las referencias más bajas se encuentran en octubre de 1998 y en octubre del pasado año en el caso de la entidad presidida por Francisco González.

Las pérdidas en la Bolsa española, que negoció sólo 1.428,56 millones de euros -la mitad correspondió a operaciones espe-ciales- fueron generalizadas pero más abultadas en los valores con intereses en Latinoamérica. Estos valores sufren con especial intensidad no sólo la profunda crisis de la economía argentina, sino también el temor a que Brasil se contagie, como lo evidencia la continua depreciación de su divisa, el real, frente al dólar estadounidense.

Europa en mínimos

Las pérdidas fueron también muy abultadas en los mercados europeos. Se trata, pues, de un fenómeno generalizado de falta de fe en la recuperación de las economías, con el temor ayer de un mal dato en la confianza de los consumidores estadounidenses y alemanes.

Félix González, director de gestión de activos de Beta Capital Mes Pearson, indicó que 'no es un problema del mercado español, sino que existe una incertidumbre generalizada sobre la fortaleza de la recuperación económica y si esa recuperación se trasladará a los beneficios empresariales, sobre los que pesan dudas relacionadas con las prácticas contables'. Así, el temor de los analistas se centra en que haya nuevas revisiones a la baja de los beneficios empresariales, mientras se deteriora la solvencia de algunas sociedades. Además, se produce un fenómeno de ventas encadenadas. Los gestores de fondos de inversión y pensiones tienen que rendir cuentas en comparación con la evolución del índice y una forma de destacarse es salir de mercado e intentar rentabilizar ese dinero en otros activos.

La firma de calificación Moody's rebajó ayer el rating de France Télécom poniendo nuevamente en la picota a los valores de telecomunicaciones. También los castigos fueron muy severos al iniciarse la jornada en las bolsas estadounidenses. Worldcom llegó bajar un 20%.

Dinero a los bonos

Ya a media sesión, los mercados norteamericanos retomaron la senda alcista y permitieron al mercado alemán limar su pérdida, para cerrar con una caída del 2,49%, que llegó a rozar el 4% en algunos momentos de la sesión. París perdió el 3,43%; Milán, el 2,71% y la Bolsa londinense aguantó mejor con un retroceso del 1,38%. A media sesión, el índice Dow Jones subía tímidamente un 0,50%, en tanto que el tecnológico Nasdaq llegó a recuperar el 1,67%, tras comenzar con un descenso de similar cuantía.

En este panorama desolador para la inversión en acciones, los bonos se vieron beneficiados. Ayer se conoció un dato positivo sobre la evolución de la inflación alemana, que se mantuvo estable durante el mes de junio y permitió que cayera la tasa interanual hasta el 0,9%. Este buen dato, que aleja el fantasma de alzas en los tipos de interés europeos, se conjugó con el trasvase de dinero desde las acciones a los bonos, con lo que el precio de estos activos subió y, consecuentemente, cayó su rentabilidad hasta el 5,09% en el caso del bono español a 10 años, la más baja desde el pasado mes de febrero.

Al menos, el descalabro de la Bolsa está permitiendo que en los plazos largos, la entrada de flujos de capitales permita tipos más bajos.