Un 'crash' a cámara lenta desde marzo del año 2000

Desde que en marzo de 2000 comenzase la caída de los valores de telecomunicaciones, tecnología e Internet, el mercado ha vivido un crash que, por ejemplo, en el caso español, supone una caída de casi el 50% en un índice (el Ibex 35), que a finales de 1999 subió hasta los 12.800 puntos y que ahora se coloca en los 6.651 puntos. Como comparación histórica, en el crash de 1987, el Dow Jones se hundió un 22% en un sólo día.

En estos últimos cinco años, el periodo alcista de las bolsas mundiales se ha visto interrumpido en varias ocasiones por la crisis de las economías emergentes y sus posibles efectos sobre las más desarrolladas y equilibradas. Unas crisis que han ido siempre ligadas a derrumbamientos de divisas.

Durante estas crisis de mercados emergentes, la recuperación ha sido muy rápida. Las bolsas mundiales, como mucho, han digerido estos problemas en un mes, y los índices volvían con generosidad a recuperar el camino perdido para retomar las subidas.

Por ejemplo, en la producida en abril de 1998 con la crisis asiática como telón de fondo, el duro castigo a las bolsas se corrigió en gran medida en la propia sesión del descenso. Los mercados rebotaron con firmeza en la confiaza de que una caída tan espectacular no se veía justificada por los efectos negativos de la crisis de los llamados dragones asiáticos.

La depreciación del rublo en agosto de 1998 tampoco tuvo un efecto prolongado en la cotización de las acciones. Despejadas las incertidumbres, los primeros momentos de pánico, la tendencia alcista continuó y en el resto del ejercicio se consiguió cubrir generosamente la pérdida.

Ha sido la crisis de las economías desarrolladas y los excesos de la nueva economía los que sí están bajando definitivamente a las grandes bolsas mundiales de su pedestal.

Mercado profesional

Un mercado muy profesionalizado, con muchos intereses y participantes, que ha impedido un desplome, máxime cuando los gobernantes tienen cada vez más claro que el consumo depende muy mucho de cómo evolucione la Bolsa, habida cuenta de la gran exposición al riesgo que soportan las familias. En este persistente goteo a la baja, el único sobresalto final fue el del 11 de septiembre, pero allí también se acudió en ayuda de los mercados.