EE UU logra que el acuerdo de la cumbre de la Infancia eluda mencionar el aborto

Tuvieron que llegar a un documento final porque así lo pedía el decoro diplomático, pero los 189 países que participaron en la primera Asamblea General de la ONU sobre la Infancia no pudieron ocultar sus profundas diferencias culturales sobre opciones reproductivas o el concepto de la familia. La declaración, importante ya que servirá de base legal para futuras iniciativas a favor de los niños, se queda en un texto insulso que no menciona el aborto (por presiones de EE UU con apoyo del Vaticano o de los países árabes) ni prohíbe expresamente la pena de muerte contra menores.

Tras 30 horas de negociaciones, se llegó a un acuerdo, poco antes de la medianoche del viernes, que a nadie llena, aunque conserva las grandes metas que se fijó la cumbre desde el pasado miércoles: mejorar la vida de los más de 2.000 millones de niños del planeta, combatir el sida, los abusos y la violencia, y lograr una mejor educación.

EE UU llegó con la intención de incluir la abstinencia como mejor opción contra las enfermedades sexuales y (con el Vaticano y los países árabes) evitar mencionar el aborto. Washington también logró escapar de cualquier obligación legal sobre la pena de muerte a los menores. Fracasó, sin embargo, en su propósito de incluir explícitamente la abstinencia como método más seguro para evitar las enfermedades sexualmente transmisibles.

La UE insistía en prohibir la pena de muerte para los menores (autorizada en casi la mitad de EE UU), basarse en la Convención de Derechos del Niño, aprobada en 1989 y ratificada por 191 países menos Somalia y EE UU, y, con Asia, África y América Latina, aceptar una amplia definición de las opciones de cada país en salud reproductiva, incluido el aborto. La UE no ocultó ayer su decepción: 'Entendemos que el texto no refleja de modo pleno los compromisos internacionales en área tan importante como la salud reproductiva para adolescentes'. 'El éxito o el fracaso de esta cumbre no lo determinará un documento final, sino lo que hagamos', dijo la directora de Unicef, Carol Bellamy.