El SCH recortará 11.000 empleos en todo el mundo
El banco trata de reducir costes por la incertidumbre y la crisis argentina
Las fuertes reducciones de plantilla no sólo suceden en Estados Unidos. El Santander Central Hispano (SCH), presidido por Emilio Botín, anunció ayer una fuerte reducción de plantilla, que afectará a 11.000 empleados de todo el mundo en 2002, un 10% de la plantilla. De ellos, 3.000 corresponden a España (sobre un total de 40.000) y se hará mediante prejubilaciones. Los sindicatos mostraron su oposición. La entidad se enfrenta de esta manera a la incertidumbre económica, aumentada por la crisis de Argentina, que ha congelado los beneficios del banco hasta marzo.
La primera presentación de resultados de Alfredo Sáenz, consejero delegado del Santander Central Hispano (SCH), fue sonada. El nuevo primer ejecutivo, nombrado a mediados de febrero, explicó ante los analistas financieros internacionales que el recorte de gastos y, por tanto, de plantilla, 'es uno de los principales objetivos de la entidad en este ejercicio'. Con esta medida, el SCH se alinea con sus rivales europeos (sobre todo, el alemán Deutsche Bank, el belga Fortis Bank y el británico Barclays Bank), que también han anunciado severos ajustes de plantilla en los próximos meses. El anuncio coincide con los realizados por varias multinacionales estadounidenses, que prevén fuertes despidos.
Alfredo Sáenz presentó ayer en Londres los resultados del banco en el primer trimestre del año, en el que consiguió un beneficio neto de 670,5 millones de euros, un 0,34% más que en el primer trimestre del 2001. La causa de que se congelen los resultados se debe, según el banco, a que la filial argentina no ha aportado nada al beneficio del grupo y que ha sido necesario realizar dotaciones para la filial del país austral.
Fuertes ahorros
El primer ejecutivo del SCH comentó ayer que con esta medida esperan ahorrar entre 300 y 400 millones de euros anuales.
Este anuncio se produce después de que Saénz reconociera que en marzo de 2002 ya han superado el objetivo de recorte de gastos para todo el año, 'por lo que nos pondremos uno más agresivo', explicó el lunes. El SCH ya redujo el año pasado la plantilla en 15.000 trabajadores en todo el mundo, de las que 8.500 personas procedían del brasileño Banespa. De los 11.000 anunciados, 8.000 corresponden a filiales de Latinoamérica, aunque el banco no ha especificado el desglose, y 3.000 en España.
Desde 1999, año de la fusión, el banco ha prescindido de 19.000 trabajadores sólo en España. La entidad contaba con 45.210 empleados al cierre del primer ejercicio de la fusión. Tras la incorporación de miles de nuevos trabajadores jóvenes, con salarios más bajos y menores derechos en fondos de pensiones, el banco tiene casi 40.000 empleados en marzo de 2002.
Esta reducción de la fuerza laboral se une a un plan del banco por el que pretende unificar, antes del 2004, las plataformas tecnológicas de Banesto y Santander Central Hispano, así como las entidades que controla en Portugal. Esta medida provocará excedentes laborales en los servicios centrales de la entidad, con una reducción adicional de otras 3.000 personas (adicionales a los 3.000 citados anteriormente). De éstos, dos terceras partes son temporales y se hará a partir de 2004. El SCH estudia la creación de una empresa en régimen de Agrupación de Interés Económico (AIE), para externalizar la informática y que podría contar con 350 empleados del SCH y 250 procedentes de Banesto.
Crítica sindical
CC OO y UGT mostraron ayer su oposición a la política de reducción de empleo que el consejero delegado anunció en Londres. El secretario federal de la Sección Servicios de UGT, Juan Sánchez, afirmó que 'todo lo que sea reducción de empleo no nos parece bien'. Sin embargo, añadió que 'si se sigue haciendo de forma no traumática' se mostrarán 'más comprensivos'.
María Jesús Paredes, secretaria general de banca de CC OO, dijo que su sindicato es 'radicalmente contrario a que el banco lleve a cabo esta política, primero porque desmotiva a los trabajadores en el presente y segundo porque una estrategia de negocio basada en la reducción de costes es pan para hoy y hambre para mañana'. A su juicio, estas manifestaciones demuestran que Sáenz 'no tiene plan de negocio, ya que sólo sabe hablar de recorte de costes'. Puso en duda que el banco pueda justificar el precio que cobra por el servicio con tan pocos empleados.
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