Malestar en Venezuela por la visita del embajador de España al presidente golpista

La reacción del Gobierno español tras el derrocamiento de Hugo Chávez causó un profundo malestar en círculos oficiales, puede dañar la relación bilateral y retrasar la entrega de los seis miembros de ETA reclamados por España. La visita al empresario Pedro Carmona de los embajadores español, Manuel Viturro, y de EE UU, Charles Shapiro, fue percibida como una tácita aceptación de su presidencia de facto. 'Venezuela hoy valora con más razones que antes quiénes son sus verdaderos amigos', declaró Tarek William Saab, portavoz de la Comisión de Relaciones Exteriores del Congreso.

Los diplomáticos, comisionados por sus Gobiernos, pidieron a Carmona respeto a las instituciones, pero no la reposición de Chávez, elegido presidente en las generales de diciembre de 1998 por el 56% de los votos, lamentaron fuentes del oficialismo. El ex teniente coronel Hugo Chávez, en su primer discurso tras ser liberado, únicamente agradeció la condena del golpe efectuada por México, Brasil, Chile y Guatemala, que desconocieron al Gobierno provisional, y dijo que estaba evaluando 'detenidamente' la reacción del resto del mundo.

Las gestiones españolas para evitar un desbordamiento, restablecer las instituciones e incluso garantizar la vida de un gobernante que supuestamente había renunciado y llamó a la Embajada española pidiendo protección, parecen tan ciertas como la explícita aceptación por Madrid de un Gobierno provisional que en su primer decreto ya había cerrado el Congreso, anulado los poderes públicos y se disponía a legislar por decreto hasta la convocatoria de elecciones. El presidente español, José María Aznar, conversó ayer telefónicamente con Chávez, según Tarek William, como hizo el viernes pasado con Pedro Carmona, para subrayar la necesidad de recuperar la legalidad cuanto antes.

Pero guste o no, la legalidad pertenecía a Chávez por mandato de las urnas. No obstante, en aquellos momentos pocos apostaban por el regreso al palacio de Miraflores de un presidente aborrecido por buena parte de los venezolanos, pero ganador de cinco elecciones consecutivas. 'España manifestó su solidaridad con el pueblo venezolano pero, lamentablemente', ironizó una fuente, 'los pobres también votan, y en Venezuela son casi el 80% del electorado'.

En declaraciones a la prensa española, el oficialista William Saab, detenido el pasado viernes, dijo que 'el Gobierno de España se precipitó al, prácticamente, reconocer a la Junta provisional de Gobierno encabezada por el fascista Pedro Carmona'. (...) 'Esa precipitación tal vez se debió a una mala información que habrían tenido sobre el golpe de Estado y la Junta provisional de Gobierno', agregó el parlamentario, con quien el embajador español se comunicó ayer. 'No se puede interrumpir el hilo institucional de un país porque seamos disidentes. Y no podemos hacerlo de forma violenta para adelantar caminos. Eso ha quedado como lección y enseñanza para todo el mundo', subrayó Tarek William.La reunión conjunta de los embajadores de España y EE UU con Carmona fue definitiva: 'Fueron los únicos embajadores que estuvieron con el dictador después del golpe', dijo William. La argumentación española de que Viturro acudió a la entrevista con el presidente de facto para recabar información, no convenció. La agencia France Presse informó anoche, además, que el agregado militar de EE UU en Venezuela se encontraba con los golpistas en la noche del jueves al viernes.

'En Venezuela no somos tan ingenuos en política. Nosotros ya hemos pasado la etapa de la ingenuidad y de la inocencia. Tenemos años en la lucha política y en la lucha revolucionaria para ser tan inocentes', agregó el portavoz de la Comisión de Exteriores de un Parlamento en el que el Movimiento Quinta República (MVR) aún tiene la mayoría. 'España y Estados Unidos tendrán que explicar de manera muy seria, por los canales oficiales, lo sucedido. El Gobierno de Chávez lo merece'.

El portavoz de la Comisión de Exteriores del Congreso venezolano manifestó: 'No tengo elementos para decir que España apoyara o asesorara a los golpistas. Los elementos que tengo es que se reunieron durante mucho tiempo con opositores al presidente Chávez, de una manera muy seguida'.