La UE lamenta la impotencia de su política exterior en la crisis de Oriente Próximo
'El electorado no entiende que no se adopten medidas', dice el socialista Enrique Barón
El francés Hubert Védrine se marchó frustrado y fatigado el miércoles por la noche tras la cena de trabajo de los ministros de Exteriores de la UE ante la falta de medidas más atrevidas que la de enviar a Josep Piqué y a Javier Solana a Jerusalén, en una misión que para muchos no tenía sentido toda vez que estaba claro que los israelíes no les autorizarían a visitar a Arafat. Para Védrine, que propuso el envío de una fuerza de interposición de la ONU, los Quince carecen de audacia e independencia en los momentos de una crisis internacional y tienden al repliegue y a lamerse sus heridas de impotencia.
Y en la crisis de Oriente Próximo no parece por ahora que se sientan audaces, aun cuando nadie reste méritos a la labor de mediación del alto representante para la Política Exterior, Javier Solana.
'A la hora de la verdad existe demasiado seguidismo hacia la política exterior norteamericana, a pesar de que discrepemos en muchos de sus planteamientos, empezando por la filosofía del eje del mal', admite una alta fuente comunitaria. 'George W. Bush tiene una política exterior equivocada, y más en Oriente Próximo, manejada por los unilateralistas. A los europeos sólo les cabe ejercer algo de presión a través de Colin Powell', opina Michael Emerson, del Centro de Estudios Políticos Europeos (CEPS). 'Muchos europeos, comenzando por la presidencia española, consideran que no se debe hacer nada que pueda contrariar la política de EE UU', afirmó la pasada semana Védrine en una entrevista a France-Inter.
Según el ministro de Exteriores español, Josep Piqué, 'sin EE UU no se puede resolver el conflicto, pero sólo con EE UU tampoco'. En medios diplomáticos y parlamentarios europeos no se discrepa con esa opinión, pero se sostiene que se puede y se debe hacer algo más en la crisis israelo-palestina por parte de la Unión. 'No puedo seguir defendiendo una postura minimalista', ha declarado el ministro de Exteriores belga, Louis Michel, partidario de la aplicación de sanciones y de convocar una conferencia internacional sobre Oriente Próximo.
Esconderse tras EE UU
'Europa tiene que dejar de esconderse detrás de EE UU. Seguimos diciendo que no podemos actuar sin los norteamericanos. Hagámoslo y veamos qué sucede', especula la eurodiputada liberal holandesa Lousewies Van der Laan.
'La UE tiene en general una visión clara sobre la estrategia a seguir en la crisis, pero le falta poder', afirma Emerson, que discrepa con quienes sostienen que los europeos no son capaces de definir sus intereses en la región. '¿Cuándo habrá una auténtica y eficaz política exterior común? Quizás habrá que esperar 10 o 20 años una vez que exista un verdadero mecanismo integrado', añade el analista del CEPS. 'Basta con los victimismos. El discurso de Bush y el envío de Powell a la zona se debe en no poca parte a nuestras presiones', comenta una fuente del equipo de Solana, que niega que la última misión de los europeos resultara un fracaso. 'Tuvo el significado político que queríamos que tuviera', añade. Pero, poco después de su acelerado regreso tras no poder encontrarse con Arafat, Sharon permitió al enviado especial norteamericano, Anthony Zinni, encontrarse con el líder palestino.
Los gobiernos europeos no se han cansado en alabar el discurso de Bush del jueves, pese a que lanzó durísimos ataques a Arafat, al responsabilizarle del terrorismo, e instó a los palestinos a buscar el relevo. 'Es otro clavo donde agarrarse. En los últimos tres meses no han hecho otra cosa que ir a remolque. Primero fue el plan saudí, luego la resolución 1.402 y ahora la decisión de EE UU de involucrarse más', comenta un analista que pide no ser identificado.
'Lo que está ocurriendo es una vergüenza. No se pueden alegar razones de Estado para no tomar decisiones concretas. Me siento política y físicamente mal y el electorado difícilmente entiende que sus gobernantes no adopten medidas', confiesa Enrique Barón, jefe del Grupo Socialista en el Parlamento Europeo. 'Sharon está actuando al margen de la legalidad internacional', agrega Barón. Precisamente, los socialistas presentarán esta semana en la Eurocámara un proyecto de resolución que contempla la recomendación de sanciones a Israel. Entre ellas, la suspensión del acuerdo de asociación y la petición a los ministros laboristas del Gabinete de Sharon a dimitir so pena de ser expulsados de la Internacional Socialista. Las posibilidades de que la resolución tenga éxito son dudosas, ya que los populares creen que sancionar a Israel puede ser contraproducente y además califican al primer partido de oposición de incoherente porque muchos gobiernos europeos están en manos de ellos. En cualquier caso, el voto del Parlamento Europeo no es vinculante.
Medios parlamentarios han criticado la 'inutilidad' del viaje de Piqué y Solana. Pero los grupos políticos están preparando una misión europarlamentaria de alto nivel a la zona, encabezada probablemente por el presidente de la Cámara, Pat Cox, sin tener garantías de entrevistarse con Arafat.
La eventualidad de sanciones es por primera vez un hecho real ante la indignación que la situación suscita en la opinión pública. Y los israelíes son conscientes de ello. La Embajada de Israel ante la UE busca estos días cualquier vía para descubrir si la Comisión ha elaborado ya un borrador de sanciones. De momento, el Ejecutivo comunitario lo único que tiene es el mandato de los Quince de presentar un informe sobre la catástrofe humanitaria que la ofensiva militar israelí ha causado.
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