Piqué pide iniciar el debate formal de sanciones de la UE contra Israel
España espera que EE UU, la UE, la ONU y Rusia apoyen un plan
Josep Piqué anunció ayer que, como presidente de turno de la UE, quiere que el presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, convoque 'de inmediato' el consejo que supervisa el acuerdo de asociación de Israel con la Unión, a fin de iniciar el debate formal sobre la posible suspensión del mismo, como sanción si persiste la negativa de Tel Aviv a interrumpir las operaciones militares y retirarse de los territorios.
El ministro de Asuntos Exteriores anunció ayer estas intenciones durante un desayuno del Foro Europa 2002 Press-Nueva Economía, en el que también comentó las líneas generales del plan de paz que espera que sancionen hoy en Madrid el secretario de Estado estadounidense, Colin Powell, el secretario general de la ONU, Kofi Annan, el ministro ruso de Exteriores, Ígor Ivanov, y él mismo. Estos mandatarios celebrarán la primera reunión de alto nivel para concretar una 'amplia concertación internacional' extendible a los países árabes moderados por la que se ha venido clamando desde distintos frentes como único medio de que se abra camino una solución al conflicto de Oriente Próximo.
El alto el fuego inmediato y la retirada israelí, en plena conformidad con la resolución 1402 aprobada el viernes santo por el Consejo de Seguridad de la ONU, son las líneas maestras de la declaración conjunta que se negociaba ayer, en un contexto que Piqué expresó del siguiente modo: 'Sólo habrá solución, si los palestinos renuncian a destruir el Estado de Israel y si Israel renuncia a extender sus fronteras sobre la base de los territorios ocupados en la Guerra de los Seis Días, en 1967. Confío en que esto se recoja mañana en la concertación internacional, de manera que quede claro que todos lo venos de la misma manera'.
Control del terrorismo
La libertad de acceso a Yasir Arafat, la exigencia de que éste se comprometa al máximo en el control del terrorismo, la afirmación de que Israel no puede camuflar bajo la lucha antiterrorista el objetivo de destruir la Autoridad Palestina y la apertura de vías urgentes para aliviar 'la trágica situación humanitaria en los territorios' son otros puntos sobre los que la presidencia española de la UE busca el consenso. El tema más delicado del documento que se negocia es lograr un equilibrio en la atribución de las responsabilidades de la crisis a israelíes y palestinos capaz de ser suscrito por todos los convocados a la reunión de Madrid.
El propio Piqué, que calificó la segunda Intifada de 'uno de los errores históricos más graves' de Arafat, ensayó ayer esta fórmula coloquial: 'La resolución 1402 obliga a las dos partes a cesar toda violencia, incluido el terrorismo. De la misma manera que es inaceptable la actuación israelí, no es admisible que en nombre de la causa palestina se cometan atentados terroristas, y Arafat tiene la responsabilidad de decir a su pueblo que los que comenten atentados suicidas no son mártires, sino terroristas. El futuro que tiene que ofrecer a los suyos no es de martirologio, sino de prosperidad, y él mismo tiene que dejar de declarar su disposición al martirio. Es el momento de insistir en la responsabilidad israelí, pero nadie debe olvidar las responsabilidades del otro lado'.
El ministro afirmó que la retirada israelí de ayer de dos ciudades palestinas, Tulkarem y Qalqilia, son 'pasos positivos, pero que no satisfacen la exigencia de la ONU de una retirada incondicional de Gaza y Cisjordania'. Si persiste esta conducta, añadió, habría que iniciar la vía de las sanciones, 'preservando siempre el consenso de la comunidad internacional'.
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