Valencia se ofrece para albergar la Pasarela Internacional de moda
La IV edición del Salón del Carmen afianza a los jóvenes modistas
En los políticos regionales valencianos ha imperado estos días una cierta euforia al hablar de Valencia como territorio neutral y posible donde colocar la ya fracasada Pasarela Internacional. Así, el Salón del Carmen ha desplegado medios técnicos y creatividad como nunca, anunciando que a partir de ahora contará con dos ediciones anuales en toda regla. El clamoroso triunfo de la firma Por Fin! afianza su calidad emergente.
Una vez que el Gobierno ha renunciado a la unificación de las pasarelas Cibeles, de Madrid, y Gaudí, de Barcelona, y que los catalanes no quieren oír hablar de polémicas estériles y ya preparan para septiembre su gran Semana Internacional de la Moda, en Valencia, la Pasarela del Carmen ha servido para que políticos de la Generalitat valenciana, como los subsecretarios de Promoción Cultural e Industria, Consuelo Císcar y Miguel Navarro, respectivamente, declaren que Valencia y, específicamente la Ciudad de las Artes y las Ciencias, es un marco ideal en infraestructuras y posibilidades para albergar el proyecto del Instituto de Comercio Exterior (Icex).
La jornada de cierre de esta IV edición de la Pasarela del Carmen fue equilibrada y ningún desfile decepcionó. La firma Siglo Cero presentó ropa de paño pintada primorosamente a mano y tratamiento de cuadrados puros en calados o superposición, tratando también asimetrías y abrigos trapezoidales, confirmando su desarrollo con respecto al Premio de Jóvenes Diseñadores que ganaron el año anterior.
Tonuca se mantiene en su discreta voz con perfume oriental y gusto zen, con un uso del cheviot y la espiga, hasta llegar a una serie final muy conseguida, con un estampado abstracto, de efecto batik, obtenido con la superposición de dos tejidos transparentes. Le siguió Noelia Navarro, entregada de lleno al rojo y al negro, con un uso solvente de tejidos tecnológicos de doble cara, gasas estampadas al estilo de los años sesenta y la presencia del elastán negro y el tul elastizado; su estilo se caracteriza por la precisión en el dibujo de los vivados.
'Clowns' y cómic
Después, Carola Salgás se inspiró en los clowns y en una falsa inocencia para mostrar pantalones anchos de talle bajo, vestidos mini y, al final, subir de tono en creatividad, con un estampado maximalista de claveles rojos, alternando con blonda roja y terciopelo negro.
El momento más esperado llegó con Por Fin! y el extraordinario trabajo de Alejandro Sáez de la Torre, que en pasarela puso el cómic como pretexto estético; acolchados, falso borrego, mosaicos neohippies, rayas multicolores, cuadrícula de trama, frunces y pliegues bajo costura elástica son desenvueltos con enorme riqueza y ejemplar patronaje. Sáez presentó largos abrigos posindustriales, con gran trabajo de investigación, sin descuidar el humor, la pata de elefante y el denim de brillo. Anteriormente, ya Álex Vidal también había dado una excelente lección con el denim manipulado, como abanderado del vintage, y una preciosa serie de napa violeta serigrafiada en violeta.
Cerró Francis Montesinos, de quien puede decirse que es uno de esos raros casos de profeta en su tierra. Y ahora, en plena madurez, con este homenaje a Balenciaga, hace un gesto tan clásico como potente, que es, en fin, una voluntad de estilo sobre los preceptos que todo buen modista debe conocer, asimilar y devolver en la honestidad de su producto. Montesinos, fiel a sí mismo, regaló un recital donde cualquier exceso se convirtió en forma virtuosa.
La Pasarela del Carmen, a partir de ahora, tendrá dos ediciones anuales, en la voluntad de equipararse a Gaudí y Cibeles.
Babelia
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