ETA siembra el pánico en el centro comercial de Bilbao en plenas rebajas

ETA hizo estallar ayer a las dos menos cuarto de la tarde un coche bomba en pleno centro comercial de Bilbao, cargado con entre 15 y 20 kilos de explosivo, probablemente dinamita, según las primeras estimaciones de la policía autonómica vasca. La deflagración, que se oyó y se sintió en varios kilómetros a la redonda, no causó víctimas mortales. Nueve personas fueron atendidas en centros sanitarios, a los que se desplazaron por su propio pie, de heridas por cristales rotos. Muchas más sufrieron ataques de pánico, ya que el coche estaba colocado en la confluencia de las calles Alameda de Mazarredo y Gran Vía, una zona comercial que se encontraba abarrotada de gente que aprovechaba el buen tiempo y el primer sábado de rebajas. Decenas de edificios sufrieron la rotura de cristales y muchos comercios cercanos han visto desaparecer sus escaparates. Se trata del primer atentado de la banda terrorista en 2002 y el primer coche bomba que explota en el centro de la capital vizcaína.

A la una y cuarto de la tarde de ayer, una llamada en nombre de ETA avisó al diario Gara y a SOS Deiak de que un coche, estacionado entre dos entidades bancarias en la Gran Vía bilbaína, haría explosión 15 minutos después. Tras recibir el aviso, varias ambulancias medicalizadas y dotaciones de la Ertzaintza se desplazaron al lugar, desalojaron los comercios y acordonaron un amplio tramo entre las calles circundantes. La Ertzaintza apenas tuvo tiempo de despejar la zona. lnstantes después, a las dos menos cuarto de la tarde, estalló un Renault 18 de color rojo, causando una fuerte explosión. Según ha estimado el consejero vasco de lnterior, Javier Balza, el coche bomba podía llevar una carga de 15 a 20 kilos de explosivos.

Conductor maniatado

El coche utilizado por los terroristas había sido robado ayer mismo, horas antes de la explosión, y su propietario, un hombre de entre 50 y 60 años, fue encontrado por la Ertzaintza a las tres de la tarde maniatado en una cantera de Cobarón, en la localidad vizcaína de Muskiz. El dueño del vehículo, que se encontraba bien de salud aunque con evidentes signos de nerviosismo, aseguró que había permanecido maniatado durante tres horas, según ha informado la Ertzaintza.

Todos los responsables institucionales, políticos y sindicales condenaron este nuevo atentado de la banda terrorista, que, como afirmó Balza, no ha causado desgracias personales gracias a la rápida reacción de la policía vasca. 'Se trata de un atentado importante que podría haber producido desgracias personales muy graves', dijo. El consejero de Interior aseguró que pese a que ETA intentará 'enmascarar' el atentado justificándolo por la presencia de varias entidades bancarias, en realidad 'va dirigido al corazón de la ciudad y al de la sociedad vasca, y debe tener por nuestra parte la contundencia en la condena y en la reacción que se merece un acto tan despreciable'.

Balza indicó que la organización terrorista mantiene 'totalmente operativos' dos comandos, uno en Vizcaya y otro en Guipúzcoa, y comete atentados cuando puede.

Tregua etarra

A juicio de Balza, si estos grupos no actúan es por la acción policial, y añadió que hablar de tregua sólo beneficia a la organización terrorista. Fuentes del Ejecutivo vasco afirmaban no tener constancia ni información concreta sobre esa posibilidad avanzada en algunos medios de información estos dias. 'Todo lo contrario, creemos más bien que nos espera una temporada muy dura, porque esa gente no va a cambiar su estrategia'.

Por su parte, el alcalde de Bilbao, Iñaki Azkuna, consideró que la explosión del coche bomba 'podía haber sido una masacre' y anunció que el Consistorio ha comenzado las labores de reparación para devolver la normalidad al centro de la ciudad.

Para el representante del PP en el Ayuntamiento bilbaíno, Antonio Basagoiti, lo ocurrido ayer 'podía haber sido un nuevo Hipercor'. El portavoz popular señaló que 'lo que busca ETA es meternos miedo a todos'.

Nicolás Redondo Terreros, ex secretario general del PSE-EE, condenó el atentado y aseguró que 'la única tregua' que hay que pedir es 'la que proponga la desaparición de ETA'. Redondo se mostró convencido de que 'la única forma' de luchar contra ETA es 'la eficacia de la policía y la unidad de los demócratas'.

Fuentes del BBVA, junto a cuya sede explotó el coche bomba, explicaron que no creen que el objetivo haya sido esta entidad financiera. Además, señalaron que la explosión ha originado 'escasos desperfectos' en el edificio, localizados en la fachada y los cristales, ya que éste cuenta con fuertes medidas de seguridad y blindaje.

El viceconsejero de Seguridad del Gobierno vasco, Mikel Legarda, informó del atentado al secretario de Estado de Seguridad, Pedro Morenés, nada más producirse la explosión. Según fuentes del Ministerio del Interior, Legarda mantuvo permanentemente informado a Morenés de los detalles del atentado, en el marco de la colaboración que en materia terrorista mantienen los Gobiernos central y autónomo. Esta colaboración se potenció tras la reunión que ambos altos cargos de Interior mantuvieron el pasado 17 de agosto.