El Ayuntamiento promete defender a los bilbaínos 'amenazados' por ETA

La Junta de Portavoces del Ayuntamiento de Bilbao se reunió ayer en sesión extraordinaria para condenar el 'brutal atentado' de ETA el pasado sábado en el centro de la capital vizcaína. La condena fue suscrita por todos los grupos políticos excepto Batasuna. El consistorio se compromete a defender los derechos y libertades de cada uno de los ciudadanos 'permanentemente amenazados'. El alcalde, Iñaki Azkuna (PNV), ha convocado para mediodía de hoy una concentración en el lugar donde estalló el coche bomba, aparcado entre las sedes de dos entidades bancarias: el BBVA y el Banco de España.

El texto que se aprobó en el Ayuntamiento de Bilbao, propuesto por el alcalde, Iñaki Azkuna, fue respaldado por el PNV, el PP, el PSE e IU. El representante de Basatuna, Lander Etxebarria, se abstuvo y dio a conocer un texto alternativo. Iniciativa Ciudadana Vasca (ICV), una formación del ex alcalde José María Gorordo, no asistió al encuentro por hallarse su portavoz fuera de la capital vizcaína.

Una vez aprobado, Azkuna leyó el texto, en el que se exige a la organización terrorista 'la paz sin condiciones como derecho irrenunciable' de la sociedad. La Junta de Portavoces expresa, además, su apoyo a todas las personas y empresas afectadas por la acción terrorista y lamenta lo que calificó de 'un ataque a la ciudadanía, al tejido económico y social de la Villa y también a la convivencia y libertad de los vecinos de Bilbao'. Asimismo, se señala el 'importante perjuicio' que representa el atentado para Bilbao, 'una ciudad que está realizando un destacado esfuerzo por avanzar, generar confianza y ser fuerte a nivel internacional'.

El consistorio exige 'una vez más' a ETA, y 'a quienes la apoyan con la práctica política y no condenan la violencia, el respeto a la voluntad democrática y de convivencia, reiteradamente expresada por todos los vascos'. También se hace un llamamiento a los vecinos 'para que mantengan su confianza y apoyen la labor que desarrollan las instituciones, partidos políticos y las policías para acabar, de una vez por todas, con ETA y asentar los valores de la democracia y libertad'.

Además, el Ayuntamiento convocó una concentración pacífica para hoy, a mediodía, en la confluencia de las calles Gran Vía y Alameda de Mazarredo, el mismo lugar donde el pasado sábado explotó el coche bomba cargado con 20 kilos de explosivo.

Por su parte, el portavoz de Batasuna en el Ayuntamiento, Lander Etxebarria, dio lectura a un comunicado en el que afirma que el texto de la Junta de Portavoces es 'una condena unidireccional de la vulneración de derechos que se produce en Bilbao'. En su opinión, 'se producen otras muchas más vulneraciones de derechos desde otras direcciones' y la Junta de Portavoces debería reconocerlo así. Etxebarria lamentó los daños ocasionados por la acción terrorista, y dijo alegrarse por la asusencia de 'daños personales de consideración'.

Patxi López, miembro de la gestora del PSE-EE, señaló que tras el atentado de ETA 'quien estuviera condicionando su actividad política a la posibilidad de una tregua, más vale que deje de hacer elucubraciones sobre un mundo que no puede tener interpretación'. López añadió que 'sobre la banda terrorista no caben especulaciones, al terrorismo hay que combatirlo y ganarle para que desaparezca. No hay que tratar de contentar a la bestia con cantos de sirena. Sólo cabe dejar las ambigüedades y dejar claro que los demócratas tenemos la obligación de unirnos para hacer frente al terror'.

Recuperar la normalidad

Un día después del atentado que conmocionó a la ciudadanía bilbaína, la ciudad procuraba recuperar la normalidad. Las labores de desescombro y la recogida de cristales de los edificios afectados por la onda expansiva continuaban ayer. Sólo un vecino de la Alameda de Mazarredo tuvo que ser realojado en un hotel, aunque el ayuntamiento ha habilitado varias habitaciones en un hotel de la zona para aquellos que se encontraran fuera el fin de semana y al volver a casa descubran que no pueden quedarse en ella.

Los edificios más afectados fueron los números 3 y 4 de la Alameda de Mazarredo. El edificio del BBVA, junto al que estaba aparcado el coche bomba, tiene rotas todas sus cristaleras, aunque la estructura no está afectada, según fuentes del banco. El Corte Inglés tiene la mayoría de los escaparates cubiertos con maderas y alguna puerta de acceso, los vidrios rotos. Muchos bilbaínos se acercaban para ver 'la obra de arte de esos impresentables'.