Concentración en Bilbao contra el coche bomba de ETA
La Ertzaintza sospecha que los dos etarras que el sábado pasado hicieron estallar un coche con 25 kilos de explosivos en el centro de Bilbao son los asesinos del juez José María Lidón. La descripción de los dos hombres que robaron el Renault 18 rojo, convertido luego en coche bomba, coincide con la de los dos pistoleros que acribillaron a Lidón el pasado 7 de noviembre en Getxo (Vizcaya), según han informado fuentes del Departamento vasco de Interior. Como rechazo a este nueva acción terrorista, unas 3.000 personas se concentraron ayer en silencio en el cruce donde ETA perpetró el primer atentado de 2002.
Según fuentes de la consejería de Interior, los etarras robaron el automóvil en Muskiz (Vizcaya) poco antes de medidodía, y abandonaron a su propietario a las 12.15 atado a un árbol. Entonces, los terroristas introdujeron una mochila con la bomba durante el trayecto hasta Bilbao, que dista unos 20 kilómetros, y aparcaron el coche a las 13.00 en una acera donde está prohibido estacionar, junto a uno de los cruces más transitados y vigilados por vídeocámaras de la ciudad. Los terroristas dieron el aviso a las 13.15 y la bomba estalló a las 13.45 (15 minutos después de la hora anunciada). Los investigadores que han reconstruido el atentado sostienen, informa Vasco Press, que los etarras huyeron a pie, y a una manzana se les perdió la pista.
Fuentes del Departamento de Interior explicaron que ETA utilizó en este atentado 25 kilos de explosivo, 'probablemente Tytadine', robado en un polvorín de Grenoble (Francia) en marzo pasado, aunque la confirmación queda pendiente de los análisis.
Gracias a la rápida intervención de la Ertzaintza y de la Policía Municipal logrando desalojar la zona, abarrotada por ser el primer sábado de rebajas, la explosión sólo causó daños materiales. La policía vasca ha recibido por ahora 160 denuncias de empresas y particulares afectados por los destrozos. Los daños aún no han sido cuantificados. Son, sin embargo, visibles. Las tiendas y los bancos abrieron ayer, no obstante, con normalidad.
Ciudadanos de a pie, encabezados por el lehendakari, Juan José Ibarretxe, y representantes institucionales y políticos, guardaron diez minutos de solemne silencio a mediodía. Pararon incluso los trabajadores que se afanaban por reparar las ventanas y fachadas dañadas por la tremenda deflagración.
Ibarretxe no hizo declaraciones. Sin embargo, el portavoz de su Gobierno, Josu Jon Imaz, aseguró que ETA 'es consciente' de que pudo haber causado una 'masacre' como la de Hipercor en Barcelona (21 muertos, en 1987) y se mostró convencido de que la presión social será la que acabe con la organización terrorista.
Ni pancartas ni discursos hubo en la concentración que contó con el alcalde de la villa, Iñaki Azkuna; la directora del Servicio de Atención a las Víctimas del Terrorismo, Maixabel Lasa; el delegado del Gobierno en Euskadi, Enrique Villar; y dirigentes de los partidos democráticos.
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