Duhalde quiere un crédito urgente que paguen las empresas petroleras

El Gobierno del presidente Eduardo Duhalde ha encontrado un modo de recibir dinero del sector petrolero sin endeudar al Estado y sin imponer a las empresas un impuesto sobre sus exportaciones de crudo. El Ejecutivo ha propuesto al sector que pida un crédito por valor de hasta 1.700 millones de euros a un organismo multilateral, como puede ser el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). El dinero irá a las arcas del Estado argentino, pero quien lo devolverá será el sector petrolero. Fuentes del sector ven bien la propuesta, aunque señalan que será difícil de negociar entre ellos y con el organismo acreedor.

En menos de una semana, el Gobierno de Duhalde fue capaz de lanzar o incubar cuatro propuestas imaginativas para recibir dinero de las compañías petroleras que operan en Argentina. La primera fue gravar las exportaciones petroleras; la segunda, la de que las empresas adelantasen los impuestos de cinco años; la tercera (que no se sabe a ciencia cierta de dónde surgió) fue la de recibir un crédito de las compañías, y la cuarta (ahora en estudio), la de que las empresas pidieran un préstamo de hasta 1.700 millones de euros, dieran ese dinero al Estado argentino y se encargaran de devolverlo al acreedor. El dinero de las petroleras se utilizaría para compensar a la banca una parte de lo que perdería por la devaluación del peso.

La última propuesta cuenta con el apoyo de Repsol-YPF, la mayor compañía del sector. De hecho, el presidente del grupo, Alfonso Cortina, se encargó ayer de confirmar que las conversaciones siguen abiertas, reiterando su 'voluntad de colaborar con el Gobierno de Argentina'. Para que se concrete la inicitiva, tienen que ponerse de acuerdo todas las empresas del sector en la parte por la que responderá cada una y, con el pacto en la mano, conseguir uno o varios organismos que suelten el dinero. El sector lo ve complicado, pero posible. En principio, el BID es uno de los bancos que puede prestar el dinero. Pero no todo. En 2001, el banco prestó un total de 8.674 millones de euros (incluyendo créditos de emergencia), por lo que para el BID, según fuentes del banco, sería difícil otorgar por sí solo los 1.700 millones de euros que las petroleras pedirían.

Las negociaciones entre las petroleras y el Gobierno argentino se centran ahora en esta propuesta, una vez descartadas las demás. La imposición de una tasa del 20% sobre las exportaciones de petróleo se descartó por dos razones fundamentales: una es que socava la entrada de dólares al país, porque una petrolera, en vez de vender el crudo fuera, lo vende dentro del país y no paga la tasa. La otra es que Argentina se convirtió en exportador de crudo hace apenas una década, por lo que la tasa habría hecho retroceder el negocio y habría supuesto un obstáculo para la actividad de exploración petrolera.

El adelanto del pago de impuestos se descartó debido a que los ingresos iban a ser escalonados, y lo que el Gobierno argentino necesita es dinero ya, de forma urgente, para evitar la quiebra del sistema bancario. La oferta de un crédito directo al Gobierno por parte de las compañías petroleras argentinas, la rechazó ayer el jefe de Gabinete del Gobierno, Jorge Capitanich, alegando que el Estado no puede endeudarse más, ni aun cuando el préstamo fuese a un bajo tipo de interés.

Así se llega a la cuarta opción. Ésta, además de librar al Estado de endeudarse, supone para las petroleras un reparto más equitativo de la carga que le requiere el Gobierno, ya que no sólo pagarían las compañías que exportan crudo (Repsol-YPF, Chevron), sino también las que importan (ExxonMobil, Shell). Argentina produjo el año pasado unos trescientos millones de barriles, de los cuales 100 millones se vendieron en el exterior. Repsol-YPF exportó el 30% del total y el resto lo comercializaron ChevronTexaco, Pérez Companc y Pan American Energy.