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Barceló recrea el milagro de los panes y los peces en la catedral de Palma

El proyecto del artista para intervenir en una capilla ya tiene la autorización eclesiástica

El proyecto de Barceló, para el que ya hay placet eclesiástico y patrimonial, cuenta con el apoyo decidido de la Iglesia y con el voto del antes férreo cabildo de canónigos de la Seo, el mismo que vetó en los años setenta del siglo pasado a Joan Miró. Los trabajos del pintor mallorquín estarán listos en los primeros meses de 2003, época en la que se presentará en Mallorca la primera gran exposición de su pintura.

Las instituciones políticas de Baleares, el Gobierno y el Consell, nacionalistas y de izquierdas -y también la Universidad-, plantean esta intervención como el proyecto cultural estelar y simbólico de la actual etapa. La idea es que se convierta en un punto de atractivo internacional. Tras los trabajos que realizaron Gaudí y Jujol, la catedral de Palma, con ocho siglos de antigüedad, se abre a la modernidad. Distintas empresas privadas están interesadas en el patrocinio de esta iniciativa y de la película que se rodará sobre todo el proceso creativo.

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La Comisión Diocesana de Arte y expertos en patrimonio de la Iglesia y de las instituciones han ponderado favorablemente el valor y la potencia que se intuye en la maqueta -de nueve metros cuadrados y realizada en cerámica y transparencias- que realizó Barceló el pasado verano en Dietri (Nápoles, Italia) y que se presentará en las próximas semanas. El creador ha abierto un estudio-casa en la costa napolitana para poder dedicar los próximos meses al proyecto de la capilla trabajando en el taller de un ceramista. Los cinco vitrales que tendrá la capilla se fundirán en Toulouse (Francia), en el taller de los mejores artesanos del vidrio internacionales.

Hace dos años escasos que se concretó la oferta del obispado para que Barceló realizara en escultura o cerámica diez grandes gárgolas para los exteriores elevados de las fachadas del edificio, en proceso de restauración. Elaborados los esbozos de estas gárgolas, que también se construirán, el obispo de Mallorca, Teodoro Úbeda, planteó al artista de Felanitx el reto de vestir una capilla en la primera iglesia que construyeron los catalanes y antigua mezquita de Medina Mayurqa.

'El soporte cerámico es muy versátil e importante ya que permite que la obra sea única. Por su tamaño permite el trabajo directo y global, también desde el envés, por ejemplo con el impacto del cuerpo sobre la pasta', explicó Miquel Barceló, quien quiso este setiembre pasado que su padre, enfermo terminal, le acompañara a la catedral antes de morir. Allí habló con las manos sobre la polivalente intervención en la capilla y escuchó a canónigos y arquitectos.

En este proyecto, el artista se servirá de los elementos clásicos de su obra, como los paisajes submarinos -anguilas, congrios, pulpos, lubinas...- o los parajes entre desérticos y gastronómicos, con panes grises y agrietados. Alguno de los peces esbozados desencaja la boca abriendo casi una ventana.

Úbeda ha sido uno de los impulsores de la que se supone trascendental intervención del artista mallorquín en el monumento histórico y artístico de mayor relieve de su país natal. El canónigo Pere Llabrés, el escritor Biel Mesquida y la vicerrectora Mercè Gambús coordinan desde hace dos años el montaje, que canalizará la fundación pública Balears XXI, que dirige Guillem Frontera. Barceló ha delegado el comisariado general de esta obra en Enrique Juncosa y el control del proyecto en Josep A. Mendiola.

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