Medio Ambiente no ha aprobado ni uno de los 12 planes de biodiversidad que prometió

El Gobierno ha incumplido todos los compromisos que se fijó en la Estrategia de Biodiversidad, aprobada por consenso en diciembre de 1998. Ninguno de los 12 planes sectoriales contenidos en esta importante estrategia se ha aprobado, pese a que ha expirado el plazo de tres años que el propio Ministerio de Medio Ambiente se fijó para cumplir este objetivo inspirado en la Cumbre de Río. Con este antecedente, los ecologistas dudan de la voluntad del Gobierno para sacar adelante sus compromisos ambientales. El ministerio reconoce ahora que pecó de 'optimismo'.

La Estrategia de Biodiversidad arranca de los convenios internacionales firmados en la Conferencia de Río de 1992 sobre Desarrollo Sostenible y Conservación de la Diversidad Biológica, y comprometían a los países ratificantes a desarrollar estrategias y planes en sus territorios.

El Gobierno español puso en marcha la suya, con el objetivo de preservar la biodiversidad y evitar la degradación mabiental, durante la etapa de Isabel Tocino al frente del Ministerio de Medio Ambiente. Los ecologistas recuerdan su intervención en los trabajos preparatorios como una de sus mejores experiencias participativas con los técnicos del ministerio. 'El documento de partida era positivo. Yo mismo participé en su presentación' recuerda Theo Oberhuber, coordinador de Organización de Ecologistas en Acción.

El auditorio de Madrid acogió la aprobación de la Estrategia de la Biodiversidad con un recital de zarzuela al que acudieron representantes de investigadores, sindicalistas, patronal, funcionarios de todas las administraciones y ecologistas que habían participado en su elaboración.

Tres años después de aquella fiesta ninguno de los 12 planes sectoriales ha sido aprobado y ello pese a que tenían que regular áreas tan importantes como: la agraria, forestal, de pesca y acuicultura, cinegético y piscícola, energético, turístico, industrial, planificación territorial, transporte, política hidrológica, sanidad y comercial. 'No ha sido aprobado por el Consejo de Ministros, no se ha remitido al Parlamento para su debate ni se ha publicado en el BOE', recuerda Oberhuber.

La directora general de Conservación de la Naturaleza, Inés González Doncel, niega que estén paralizados, aunque admite que no se han cumplido los plazos. 'Eran demasiado ambiciosos y optimistas. Cuando empezamos a trabajar en profundidad nos dimos cuenta de que eran muy complejos. Teníamos que buscar armonías entre sectores que en algunos casos han estado históricamente enfrentados. Eso lleva tiempo'.

Papel mojado

La oposición, sin embargo, cree que no existe voluntad política para trasladar el espíritu de la estrategia a los planes del Gobierno. Cristina Narbona, secretaria federal de Medio Ambiente del PSOE, recuerda que de otro modo se habría aplicado en la reforma de la Ley de Impacto Ambiental, en el Plan Hidrológico Nacional o en la línea del AVE Madrid-Barcelona. En el ámbito forestal, por ejemplo ya existía una estrategia y no acaba de salir el plan forestal ni una ley que sustituya a la vigente, que es preconstitucional. 'Ese documento que fue consensuado es papel mojado y resta credibilidad al Gobierno. En los presupuestos para el 2002 el grueso de las inversiones de Medio Ambiente se lo llevan las obras hidráulicas tradicionales'. Narbona cree que se ha optado por priorizar la Estrategia de Desarrollo Sostenible, una actuación que le viene impuesta al Gobierno porque le toca encabezar la posición europea en la Cumbre de Johanesburgo, donde se pasará revista a lo realizado durante los diez años transcurridos desde la Cumbre de la Tierra de Río. González Doncel replica que lo que está haciendo el ministerio es 'acompasar los planes sectoriales de Biodiversidad con los de Desarrollo Sostenible'.

En un documento elaborado por el PSOE sobre las causas del fracaso se dice que 'para fomentar las medidas de protección hubiera bastado desarrollar tres textos legales vigentes'. El documento, que analiza la Estrategia de la Biodiversidad en sus fundamentos jurídicos, concluye: 'La Directiva de Aves, la de Hábitats y la Ley de Conservación de los Espacios Naturales'