La agricultura y las patentes enfrentan a países ricos y pobres en la cumbre de Qatar
El director de la OMC advierte de que las divergencias amenazan la liberalización del comercio
Los países que componen la Organización Mundial del Comercio (OMC) se consagraron ayer a la difícil tarea de lanzar una nueva ronda de liberalización del comercio, la primera desde la Ronda de Uruguay, que acabó en 1994. De momento, las perspectivas no son halagüeñas. La primera jornada arrancó con importantes divergencias entre los países en asuntos clave como la agricultura o las patentes de medicamentos. Sin embargo, esta vez los negociadores no tendrán que enfrentarse a los manifestantes antiglobalización en Qatar, como ocurrió hace dos años en Seattle. Este colectivo está centrado casi exclusivamente en protestar contra la guerra en Afganistán.
La cumbre de la Organización Mundial del Comercio (OMC) comenzó ayer sin un solo manifestante antiglobalización a la vista. La batalla, en contra de lo que sucedió en Seattle hace dos años, no está en las calles, sino dentro de las salas de reuniones del hotel Sheraton de Duhá, la capital qatarí. Mike Moore, director general de la OMC, reconoció en su discurso inaugural que la cumbre arranca con serias divergencias entre los países miembros.
Algunas de las naciones más pobres, de África y el Caribe, con el apoyo de India, se muestran dispuestas a hacer fracasar la reunión, pese a los esfuerzos de Estados Unidos y la Unión Europea (UE) de lanzar una nueva ronda liberalizadora. Los países más desfavorecidos aducen que los más ricos no han cumplido las promesas que hicieron en la Ronda Uruguay, que finalizó en 1994, además de discrepar profundamente en otros temas, como el agrícola o las patentes sobre medicinas. El objetivo de los 142 países de la OMC es lanzar en los cinco días que durará la cumbre una nueva ronda de liberalización del comercio mundial, la primera desde la Ronda Uruguay.
Moore, no obstante, se mostró confiado en que esas diferencias puedan limarse desde hoy y hasta el martes próximo como para acordar el lanzamiento de una ronda que beneficie a todos.
Los representantes de la UE dijeron ayer que respaldan la revisión de las normas sobre patentes y que están dispuestos a avanzar en la reforma de su mercado agrícola, pero aclararon que 'no se moverán solos'.
Lo que se discute desde hoy y hasta el próximo martes en la capital qatarí no es sólo si un fabricante de zapatos de Elche puede vender en tal o cual mercado y si paga por ello ésta o aquella tarifa de importación. La ronda de negociaciones que surja de Duhá regulará ésta y todas las transacciones comerciales que se hagan en el mundo, pero también sentará las bases, por ejemplo, para la seguridad de transacciones financieras transfronterizas por Internet, para combatir la corrupción en contratos públicos, para mejorar la protección legal de los inversores extranjeros o para evitar que millones de personas mueran por una pandemia en un país que no tiene recursos para combatirla.
La cuestión del acceso a las medicinas se ha convertido, junto a la agricultura, en el mayor escollo para lanzar la primera ronda de liberalización del comercio mundial desde la de Uruguay (1986-1994) y la octava desde 1947, cuando nació el actual sistema del comercio internacional, primero regido por el GATT y luego por la OMC, desde que ésta se creó en 1995. El Banco Mundial recientemente señaló que los ministros de comercio de la OMC no pueden irse de Qatar sin asegurarse de que los países pobres puedan producir o importar medicamentos a bajo coste para combatir el sida.
En una rueda de prensa conjunta, el comisario europeo de Comercio, Pascal Lamy, el de Agricultura, Franz Fischler, y la ministra belga de Comercio y presidenta del Consejo de los Quince en Duhá, Annemie Neyts, destacaron la predisposición de la UE para avanzar en la supresión paulatina de las ayudas a la agricultura, aunque no sin dejar claro que para la UE este sector no puede ser tratado como uno más, sino teniendo en cuenta desde cuestiones culturales hasta de seguridad alimentaria.
'La UE ha puesto sus cartas sobre la mesa', dijo Fischler, 'y está preparada para dar y tomar'. 'Si nuestros socios juegan el mismo juego, lograremos lanzar una nueva ronda de liberalización comercial', añadió. En el tema de patentes, Lamy dijo que la UE respalda la aclaración de las normas sobre el asunto y que su posición es intermedia a la de India, Brasil y Suráfrica, que buscan que se reconozca el derecho a saltarse las reglas para proteger la salud pública, y la de EE UU y Suiza, que sólo permitirían el uso de patentes en situaciones de crisis.
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