La agricultura, el textil y el medio ambiente amenazan el éxito de la cumbre de la OMC

El enfrentamiento en la eliminación de las ayudas agrícolas, la apertura del mercado textil estadounidense y la exigencia de la UE de incluir la protección del medio ambiente en el texto final amenazaban ayer el lanzamiento de una nueva ronda de liberalización del comercio mundial. Está previsto que la cumbre de la Organización Mundial del Comercio (OMC) en Qatar termine hoy y los delegados de los 142 miembros sólo han logrado avanzar mucho en un solo tema, el del acceso a medicamentos a bajo coste.

Los delegados esperaban conseguir un importante acercamiento de posiciones durante la noche de ayer y la madrugada de hoy. Todos coincidieron en que era imperativo alcanzar un acuerdo para hoy o incluso para el día siguiente si era necesario, para dar una buena noticia a la economía mundial en un momento de gran debilidad. Las discusiones se interrumpieron momentáneamente a última hora de la tarde, cuando la televisión qatarí comenzó a retransmitir las imágenes del avión estrellado en Nueva York, pero poco después las reuniones se reanudaron y el director general de la OMC, Mike Moore, descartó que el accidente afecte a la cumbre.

También hubo algunas protestas testimoniales por representantes de distintas organizaciones y movimientos antiglobalización, entre los que estaba el activista francés José Bové. No obstante, las protestas fueron pacíficas y muy lejos de la violencia de anteriores cumbres.

'De momento, la negociación sobre el tema agrícola está completamente estancada y no creo que se resuelva hoy [por ayer]', dijo el argentino Roberto Lavagna. 'Los representantes de todos los países suramericanos hemos advertido a la UE de que no se empeñe en quitar el compromiso para eliminar de las subvenciones agrícolas y restituciones a las exportaciones, pero, por ahora, no nos hace caso'. Argentina, junto a otros 17 países, es parte del grupo de grandes exportadores agrícolas que quiere la supresión total de las ayudas al campo. Pero la UE, y sobre todo Francia, sólo está dispuesta a reducirlas.

Japón, que siempre respaldó a la UE, cambió ayer radicalmente su postura. 'Nadie quiere que esta cumbre fracase, pero no vamos a ceder en todo a cambio de nada', subrayó Lavagna. 'Creo que las diferencias son más fuertes en los temas medioambientales ligados al comercio que en el agrícola', añadió el representante argentino.

El viceministro de Asuntos Exteriores de Chile, Heraldo Muñoz, que media en el acuerdo de la cuestión medioambiental reconoció que 'las diferencias son muy grandes entre la UE, que quiere que se abran negociaciones sobre aspectos fundamentales en la relación entre el libre comercio y la protección del medio ambiente, la de un importante grupo de países que no quiere discutir con profundidad este tema, y la de un tercer grupo que quiere pasarlo al comité correspondiente de la OMC'.

Nada político, sin embargo, es el tema textil. En éste hay un claro interés comercial por parte de India y Bangladesh para que EE UU rebaje unas tarifas a la importación que alcanzan el 28% frente al 3% que los mismos estadounidenses imponen en otros productos. Pero EE UU no se ha movido un ápice de su posición, lo que ha irritado a India en más de una ocasión. Si hay un país que puede echar por tierra el lanzamiento de una nueva ronda de liberalización, ése es India, según la mayoría de los delegados. Junto a Brasil y los países africanos, logró el acuerdo sobre el acceso a medicamentos a bajo coste.

El pacto sobre patentes medicinales estaba casi cerrado ayer; sólo le faltaban unos retoques semánticos. El acuerdo legitima a los países pobres a fabricar o importar medicinas a bajo coste para proteger la salud pública y garantizar el acceso a las medicinas a todos sus ciudadanos. Suiza y EE UU, por contra, pretendían que los países sólo pudiesen saltarse las patentes en casos de crisis sanitaria. Ahora bien, la victoria no es completa, puesto que según varios delegados africanos y ONG, 'el acuerdo no es válido para aquellos países que no tengan capacidad propia para producir y que tengan que importar las medicinas, puesto que el país exportador de medicamentos a bajo coste puede ser demandado ante la OMC por las potencias con industrias farmacéuticas por violar el derecho de propiedad intelectual para su beneficio'.

Por otra parte, la UE intentaba ayer colar en la declaración final una mención a la protección de la denominación de origen. Bruselas considera para la seguridad alimentaria. España, Italia y Francia son los más interesados. En España, según la UPA, hay 144 denominaciones de origen, de las cuales 55 son de vino, 16 de quesos, 11 de aceites de oliva, 11 de frutas, cuatro de jamones y las restantes de otros productos como miel y frutos secos.