Alemania aún espera 20 envíos de residuos nucleares desde Francia

Con los seis contenedores de residuos nucleares finalmente puestos a salvo en el depósito de Gorleben, Alemania inició ayer el debate sobre cómo proceder en el futuro con la basura atómica. En la planta de tratamiento francés de La Hague aún están aparcados 121 cilindros idénticos a los que ha habido que proteger durante tres días con 30.000 policías. Sin contar los residuos alemanes que se encuentran en la planta inglesa de Sellafield, por tanto, aún hacen falta al menos 20 transportes de este tipo.

'La coalición rojiverde no se puede permitir este tipo de imágenes televisivas cada dos o tres meses', señaló un alto cargo del Partido Socialdemócrata Alemán (SPD). El Gobierno de Baja Sajonia, donde se ubica Gorleben, pidió ayer que otros länder (Estados federados )se sumen a los transportes y al almacenamiento de los residuos. Alemania sólo cuenta con dos depósitos transitorios (el de Gorleben y el de Ahaus, en Renania del Norte-Westfalia) para guardar el material radiactivo de sus 19 centrales. El destino final de los residuos aún no ha sido resuelto, ya que ningún Estado federado quiere construir un depósito definitivo en su territorio.

En un verdadero golpe de mano, celebrado como un 'gran éxito' por las autoridades, los seis cilindros fueron trasladados ayer sin mayores percances al depósito de Gorleben. A primeras horas de la mañana, cuando los manifestantes aún descansaban de sus múltiples acciones de los últimos días, los camiones apenas tardaron 90 minutos en recorrer los 20 kilómetros que separan ambas localidades.

Los ecologistas Alexander, Michael, Marie y Mihai, encadenados a un bloque de cemento empotrado en los raíles, han retrasado casi un día el paso del convoy de residuos nucleares. 'Yo lo sabía, la hablé y hablé, pero no la pude pararla: ella tenía que hacerlo', dijo ayer Susanne Steinmann, madre de la ecologista Marie, que apenas tiene 16 años.