El precio de la carne de vaca cae un 24,5% para el ganadero, pero apenas baja para el consumidor
La Comisión Europea revela que la venta de este alimento ha descendido un 35% en España
La Comisión Europea ofreció ayer datos que evidencian el alcance económico de esta segunda crisis de las vacas locas desatada a finales del pasado año a raíz de que varios países de la UE (Francia, Alemania, Bélgica y España, fundamentalmente) hayan empezado a detectar un creciente número de casos de vacas enfermas a pesar de la prohibición de alimentar al ganado con harinas cárnicas, agente transmisor de la infección.
El consumo de vacuno (ternera incluida) ha registrado la caída más espectacular. En Grecia éste se ha reducido a la mitad. En Italia, en un 40%; en Francia, en un 38%. En España, un 35%. Paradójicamente, hay países como Finlandia y Suecia donde el consumo incluso ha aumentado un poco. Lo mismo ha ocurrido en el Reino Unido, país donde se originó en 1996 la primera crisis y que registra el mayor número de casos del mundo: sólo el pasado año, más de 1.200 vacas enfermas.
Los precios han caído también de forma grave para los ganaderos. En este caso la Comisión Europea maneja sólo los datos de la carne de vaca (excluida la ternera). En España está algo por debajo de la caída media comunitaria (24,5% frente al 26,2%).
En este terreno, el récord lo marca hasta el momento Alemania, país en el que el precio se ha reducido en un 31,5%.
La Comisión Europea no dispone todavía de un primer balance sobre las medidas adoptadas para frenar la crisis, ya que éstas comenzaron el 4 de enero pasado y no se están aplicando de forma homogénea en toda la UE. Hay países como Holanda, Dinamarca, España y Alemania que se han comprometido a someter al test de detección del prion de la encefalopatía bovina a todas las reses adultas (mayores de 30 meses) sacrificadas en sus mataderos.
A este respecto, el portavoz de Agricultura de la Comisión, Gregor Kreuzhuber, recordó que tal medida no es obligatoria hasta el 1 de julio próximo y llamó la atención sobre el enorme esfuerzo que están haciendo los países miembros de la Unión Europea en aplicar tantos controles, aunque también añadió que la gestión de la crisis depende de ellos.
Test del prion
El plan aprobado en Bruselas obliga durante este primer semestre a destruir toda vaca adulta que no sea sometida al test del prión, evitando así su entrada en la cadena alimenticia. Se considera que las vacas menores de 30 meses no pueden desarrollar la enfermedad y, por tanto, transmitirla a los humanos.
Unas primeras estimaciones llevan a pensar en medios comunitarios que a lo largo de este año se destruirán en la Unión Europea dos millones de reses adultas. Tal estimación se realiza calculando una media de descenso del consumo del 10%. Hasta ahora, se venían sacrificando en la Unión Europea entre seis y siete millones de vacas adultas. La intervención pública paga a precio de mercado cada vaca destruida y para la Comisión Europea lo ideal sería evitar en lo posible el almacenamiento de reses, que también está subvencionado. Hasta el momento, según Kreuzhuber, se han comprado en Europa hasta 12.000 toneladas de carne bovina.
Pese a que los ganaderos señalan que el precio de la carne de vaca ha caído un 24,5% entre los meses de noviembre y diciembre pasados, el precio al consumidor sólo se ha reducido sólo un 0,5%. Esto es, al menos, lo que refleja el Índice de Precios al Consumo (IPC) que elabora el Instituto Nacional de Estadística (INE), según los datos publicados el pasado jueves.
Este 0,5% de reducción en el precio de la carne de vaca en diciembre pasado sobre el mes anterior ha sido tomado por el Instituto Nacional de Estadística en una serie de puntos de venta, entre mercados tradicionales, hipermercados, supermercados y pequeñas tiendas y en varios puntos de la geografía española. En el caso de la carne de vaca, igual que para el resto de productos alimenticios, la encuesta se hace tres veces en el mes y durante las tres primeras semanas.
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