La agricultura ecológica no alcanza ni siquiera el 2% de la producción, pese a su crecimiento

La agricultura ecológica crece vertiginosamente, pero ni siquiera llega a suponer aún el 2% de la producción del campo andaluz. La preocupación de los consumidores por los productos que llevan a su mesa y de los agricultores por añadir un marchamo de calidad que les permita competir en los mercados, ha propiciado que la superficie sembrada en la comunidad autónoma se haya multiplicado por 30 desde 1992. "Es poco el sector, pero mucho el avance", resumió Francisco Casero, presidente del Comité Andaluz de Agricultura Ecológica (CAAE).

Olivar y dehesa

Para Casero, la apuesta de los productores por explotaciones respetuosas con el medio ambiente no se ha visto respaldada por el Gobierno central que acaba de firmar con la Unión Europea programas de ayudas para los próximos cinco años que prevén unas 30.000 pesetas por hectárea, mucho menos que las 117.000 pesetas conseguidas por Gran Bretaña y muy por debajo de las aspiraciones del sector.Los productos ecológicos son aquellos que se cultivan de forma completamente natural, sin fertilizantes y con técnicas respetuosas con el entorno. Su avance es evidente. En 1992 había apenas 2.212 hectáreas sembradas bajo este sistema, mientras que en la actualidad la suma supera las 67.000. Un crecimiento que también se refleja en el número de productores, que entonces eran 193 y ahora son 2.700. Las industrias también han experimentado un aumento importante: de 18 en 1992 a 110 en la actualidad.

Dentro de España, Andalucía es la comunidad que va por delante en esta actividad. Sin embargo, se sitúa a bastante distancia del 10% que representa en Austria y Suiza o del 6% que se ha alcanzado en Italia. Cierto es que el consumo en esos países también es más alto. En Suiza ronda el 15%, cuando en España apenas es del 0,5%. Por eso, la agricultura ecológica es básicamente exportadora. El 95% de los productos se comercializan en mercados de centro Europa, América del Norte o Japón.

Los productos ecológicos suelen ser un 70% más caros que el resto. Casero no cree que los precios frenen la demanda y confía en que el sector seguirá creciendo "porque cada día se exigen más garantías y se valora más la calidad". Además vaticina que, con el tiempo, al aumentar la oferta, ese porcentaje descenderá a un 20 o un 30%. En su opinión, la mayor dificultad que ha tenido la actividad para despegar no han sido los precios, sino la falta de referencias. "La agricultura ecológica la hemos hecho nosotros mismos", apunta.

También reprocha que el Gobierno central no haga una apuesta decidida por el sector. Casero se queja de que las ayudas negociadas entre Madrid y Bruselas para los próximos cinco año están "a mucha distancia" de otros países europeos. De hecho son casi cuatro veces inferiores a las logradas por el Reino Unido. "Un golpe contra el sector y una miopía por parte del Gobierno porque no se está incentivando un sector que beneficia al consumidor, al medio ambiente y a la renta agraria", según Casero.

Elevar los ingresos de los productores es también uno de los objetivos de la agricultura ecológica. Una meta que no es tanto económica como social, ya que la finalidad es desarrollar explotaciones que fijen la población al territorio de manera que se evite el éxodo rural.

En estos tiempos en los que hay desaprensivos que engordan el ganado con clembuterol o que abusan de los fertilizantes para que la tierra rinda más, los productos limpios tienen un marchamo de calidad indiscutible. Un valor añadido para competir en los mercados. En la comunidad, por la superficie que ocupa, el olivar es el que se lleva la palma: 21.230 hectáreas (31,5%). Le siguen la dehesa dedicada a la ganadería extensiva que suma 11.714 hectáreas (17,4%) y los frutales de secano, como el almendro o la castaña, con 11.258 (16,7%). Por provincias, Córdoba encabeza el ránking. Tiene sembradas 22.388 hectáreas lo que representa el 35% de la superficie de agricultura ecológica de Andalucía. En segundo lugar se sitúa Granada con 13.850 hectáreas (17%) y en el tercer puesto Almería, con 10.904 (16%).Hay una ganadería ecológica, aunque todavía es incipiente. Las explotaciones se dedican a la cría de ovinos (35%), vacunos (31%) y caprinos (23%). La apicultura supone el 6%, mientras que la avicultura ronda el 2% tanto para la producción de carne como de huevos. Por actividades industriales, la manipulación y el envasado de productos hortofrutícolas es el más importante (32%), seguido de panadería, confitura, mermeladas y miel (19%) y el aceite de oliva virgen (13%). El CAAE -al que corresponden estos datos- desconoce el volumen de negocio del sector.