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Alemania se adelanta a la UE e impone las pruebas

Reparto de costes

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25 laboratorios permitirán extender el test de las 'vacas locas' a todas las reses adultas

Alemania, que registró su primer caso de vacas locas en una res nativa prácticamente al mismo tiempo que España, se ha adelantado de nuevo a las medidas de la Unión Europea (UE) con la puesta en vigor de la obligatoriedad de realizar el test rápido a todas las reses mayores de 30 meses que se sacrifiquen en el país. El Gobierno de Gerhard Schröder está decidido a actuar con urgencia contra la encefalopatía espongiforme bovina (EEB), por lo que, tras decretar la prohibición indefinida de los piensos cárnicos a escala nacional, impone desde ayer los controles obligatorios. Con ello se adelanta tres semanas a la norma que entrará en vigor en la UE el 1 de enero, por encima de las dificultades técnicas que entraña la puesta en práctica de esa disposición.Ambas medidas -la prohibición indefinida de los piensos cárnicos y la extensión de los test a todo el país- fueron impulsadas con carácter de urgencia tras la detección, hace apenas 10 días, de los primeros casos de vacas con EEB nacidas en Alemania.

La entrada en vigor del veto total a los piensos cárnicos se logró en el tiempo récord de una semana entre la aparición de esa primera res enferma y la ratificación de la ley por el Bundesrat (Cámara de representación territorial), el viernes pasado. La obligatoriedad de los controles rápidos para todas las reses mayores de 30 meses la anunció también a finales de semana la ministra de Salud, Andrea Fischer, y entró en vigor por la vía de urgencia.

Sin embargo, de la misma manera que no está claro cómo se sustituirán las harinas animales en la alimentación de todas las especies destinadas al consumo humano, tampoco existe aún una infraestructura capaz de atender a estos test rápidos. La mayoría de los Estados federados han tenido que ampliar a toda prisa las posibilidades de sus laboratorios para dar abasto a la nueva demanda de controles.

Se estima que hasta principios de año no se podrán hacer los 30.000 análisis por semana necesarios para garantizar que los casi 1,6 millones de reses mayores de 30 meses que se sacrifican anualmente en el país sean analizadas.

Asimismo, no está determinado cómo se repartirán los costes derivados de la obligatoriedad de esas pruebas, estimados en unos 200 marcos (unas 16.000 pesetas) por animal. En principio se preveía que los gastos repercutieran en el precio de la carne, pero algunos Estados federados manejan la posibilidad de articular unas ayudas para aliviar este efecto en el mercado y no "intimidar" más aún al consumidor frente a la carne de res. La presidenta de la Unión Cristiano Demócrata (CDU), Angela Merkel, instó ayer al ministro de Agricultura, Karl-Heinz Funke, a introducir compensaciones de las pérdidas que reportará a los ganaderos la puesta en marcha de las medidas adoptadas para afrontar la crisis de las vacas locas. El Ejecutivo rojiverde no sólo ha puesto en marcha más rápidamente que la UE las medidas contra la extensión de la EEB, sino que además está decidido a que el veto a los piensos cárnicos sea de carácter indefinido y no por seis meses, como acordaron los ministros comunitarios. Tanto Funke como la titular de Salud, Fischer, consideran que no tiene sentido prohibir el uso de las harinas animales sólo por un semestre, como prevé la UE, ya que ese plazo no es suficiente para implantar un sustituto.

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