Un lote de semillas defectuosas obliga a arrancar 200 cultivos de pimiento

Demasiada prisa

El uso de unas semillas defectuosas ha obligado a unos doscientos agricultores del municipio almeriense de Adra a tener que arrancar los pimientos que habían plantado, ya que la simiente utilizada no era la adecuada para sus cultivos. Aunque las semillas se han usado en algunos otros puntos de la provincia, el caso más grave ha sido el detectado en Adra. En esa localidad se suele apreciar antes que en otro sitios la existencia de semillas defectuosas ya que los agricultores de esta zona del Poniente almeriense inician habitualmente las plantaciones algún tiempo antes que otros municipios.Esta variedad de semillas hortícolas se empezaron a comercializar sin que hubiera terminado su proceso de ensayo, según los datos de la organización agraria Coag que ha sido la que ha detectado su existencia. Según los servicios técnicos de Coag, se trata de "variedades de semillas no adaptadas a las condiciones de producción intensiva de la provincia".

Además, se da la circunstancia, tal y como denuncian desde Coag, de que la empresa que se ha encargado de la venta de esas semillas no es la primera vez que comercializa un producto que acaba por arruinar la cosecha del agricultor. Según afirman, "ya ha vendido en anteriores campañas semillas de variedades que no contaban con autorización administrativa para salir al mercado".

La exigencia de que las semillas que se ponen a la venta cuenten con todas las garantías necesarias es una vieja batalla de los agricultores almerienses. Por eso, desde Coag denuncian "la celeridad con la que el Ministerio de Ciencia y Tecnología, a través de la Oficina Española de Variedades Vegetales, autoriza la comercialización provisional de las nuevas variedades hortícolas". Para la organización agraria la situación que denuncian es la causa directa de un grave problema al que deben enfrentarse los agricultores de la provincia "que sufren un descenso de la calidad en sus producciones por la falta de adaptación y de información veraz sobre las nuevas variedades", afirman los responsables de Coag.

Dos de las principales demandas del sector agrario son que exista un mayor rigor por parte de la Administración en el control de lo que se pone a la venta y que las empresas productoras de semillas ofrezcan una información correcta al agricultor.

Las ventas de semillas en la provincia almeriense rondan los 12.000 millones de pesetas por campaña. Sin embargo, las multas con las que se sancionan a las empresas que han comercializado una variedad defectuosa oscilan entre las 40.000 y las 200.000 pesetas. Frente a la cuantía de las sanciones, el coste medio de las semillas necesarias para plantar una hectárea de invernadero ronda las 600.000 pesetas. Si la semilla no está en buenas condiciones y se pierde el cultivo el descenso de los ingresos que padece el agricultor se cifra en varios millones de pesetas.