Bruselas vigilará la aplicación de los controles en cada país
Coste
La Oficina Alimentaria y Veterinaria de la UE reforzará, en los próximos meses, las inspecciones que realiza en los Estados miembros para comprobar que se aplica correctamente la legislación comunitaria destinada a reducir el riesgo de infecciones por encefalopatía espongiforme bovina (EEB), enfermedad conocida como de las vacas locas.Así lo confirmó ayer Beate Gminder, portavoz del comisario europeo de Sanidad y Protección del Consumidor, David Byrne. "Se va a hacer un esfuerzo especial para comprobar a gran escala los controles que realizan todos los Estados miembros, y así contar con una información global", dijo Gminder. El comisario Byrne insistió ante el pleno del Parlamento Europeo en que una aplicación rigurosa de las actuales medidas es suficiente para reducir al mínimo el riesgo.
Gminder confirmó que la Comisión Europea está dispuesta a financiar los nuevos controles que serán presentados al Consejo de Ministros de Agricultura el próximo lunes. Bruselas propuso al Comité Veterinario Permanente ampliar los controles a todos los animales que presenten síntomas o hayan muerto de cualquier enfermedad y, si es necesario, a todas las reses a partir de cierta edad.
Si los Quince optan por esos controles generalizados, se incrementarán hasta unos seis millones de reses al año los animales sacrificados a los que se realizan las pruebas, según fuentes diplomáticas. Con un coste de 4.991 pesetas por análisis, la medida representará 30.000 millones de pesetas al año.En España, la Junta de Andalucía, por medio del consejero de Agricultura y Pesca, Paulino Plata, solicitó ayer al ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación , Miguel Arias Cañete, una reunión técnica para reforzar la coordinación ante una situación "muy controlada", para "dar mayor tranquilidad a la población".
La Xunta de Galicia aprobó ayer el plan para asegurar la calidad inspectora en los mataderos, ante las nuevas medidas de control. El presidente de la Xunta, Manuel Fraga, afirmó que a partir de ahora se reforzarán las inspecciones "de un modo ejemplar".
Por su parte, el gerente de la Asociación Nacional de Productores de Vacuno de Carne (Aprovac), Manuel Conde, dijo ayer que el sector no compra desde la semana pasada "ni un solo bovino vivo" procedente de Francia e Irlanda, pese a que el cierre de fronteras decretado por España sólo afecta a las importaciones de reproductores vacunos de más de 20 meses, a óvulos y embriones.
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