Los cosecheros de la Rioja alavesa apuestan por calidad y promoción para recuperar su mercado

Los cosecheros de la Rioja alavesa lo tiene claro, van a apostar por la calidad y la promoción para recuperar su mercado. A menos de un mes del comienzo de la vendimia en la Rioja alavesa, las especulaciones sobre el precio de la uva son el principal tema de conversación de los agricultores de la comarca. Este asunto compite con la más que lógica preocupación de muchos pequeños bodegueros que ven cómo todavía tienen depósitos llenos de vino sin vender del año pasado cuando ya deben preparar el hueco para la que se espera como con una de las mejores cosechas de los últimos lustros.

Fuerte caída de las ventas

Todo parece indicar que la cosecha de este año será, tanto en cantidad como en calidad, una de las mejores de los últimos años. Junto a la esperanza de que se cumplan las expectativas, los cosecheros están preocupados por el vino de la cosecha pasada que aún tienen sin vender. Dos son los ámbitos en los que prevén insistir para hacer frente a la preocupante situación: mejorar la calidad del vino e incrementar la promoción de sus productos vinícolas.La preocupación, notoria en agricultores y productores, alcanza también a las instituciones, que piden que se recupere la solidez del mercado y un mayor respaldo a la promoción por parte de los bodegueros. Las perspectivas para esta temporada son un apoyo decidido a la calidad, lo que se verá en primer lugar en el pago de la uva, donde habrá oscilaciones de cerca de un 100%.

La avaricia ha roto el saco en una de las principales denominaciones de origen españolas. El alto precio que se pagó la vendimia pasada por el kilo de uva (hasta 450 pesetas) llevó a una subida astronómica del vino, sobre todo del conocido como cosechero o de año. Pero el mercado no respondió ni mucho menos.

La caída de las ventas en los cinco primeros meses de 2000 con respecto al año anterior fue de un 38,34% en España, y de un 60,69% en el extranjero, según datos del Consejo Regulador de toda la denominación. Esto se ha vivido con mayor intensidad en la subzona de Rioja alavesa donde el 67% de las bodegas de esta comarca son explotaciones individuales, mientras que el 18% pertenece a cooperativas y el 15% a bodegas de crianza.Junto con la caída de las ventas, la temporada pasada se vivió otro fenómeno. El alto precio pagado por la uva y, por tanto, por el vino, llevó a un buen número de productores a dejar de comercializar sus caldos propios para venderlos a granel a las grandes bodegas. El resultado llevó por tanto a la pérdida de clientela para estos cosecheros, una razón más para la caída de las ventas del vino de año de Rioja alavesa.

Ante esta situación, el diputado alavés de Agricultura, Gabriel Chinchetru, recuerda cómo ya el año pasado "se advirtió de que había que respetar las leyes del mercado, y no hundir la solidez que tenía el comercio del vino de Rioja alavesa; es más, previendo que se iba a dar una subida desproporcionada, insistimos en que había que invertir en promoción para que los compradores supieran que la subida del producto que compraban no era tan desproporcionada".

Pero los clientes tradicionales de vino de año no aceptaron la variación del precio y se inclinaron por otras denominaciones de origen con precios más competitivos, aun con una calidad ligeramente inferior. "Es en el asunto de la calidad donde tenemos que trabajar. Este año se verá en el pago de la uva, donde se va a primar la calidad sobre la cantidad: se va a ver una banda amplia de precios, entre 100 y 200 pesetas", explica Eduardo Gómez, presidente de la Asociación de Cosecheros de Rioja Alavesa.

Esta bajada del precio de la uva conllevará un pequeño descenso del importe del vino embotellado, aunque quizá no sea tan significativo como se prevé. "Aquellas bodegas que casi duplicaron el precio de la caja [y que son las que más han sufrido el descenso de ventas] tendrán que bajar, mientras que las que mantuvieron un precio aceptable ofrecerán una subida lógica, de un 10 o 15%", apunta el diputado alavés de Agricultura, quien confía en que lo ocurrido este año sirva de lección para los productores: "Como en cualquier intercambio comercial, hay que respetar al cliente y a las leyes del mercado: se debe ser previsor y buscar la estabilidad; con las ventas del vino de Rioja alavesa no puede haber esos dientes de sierra".

Esta estabilidad también la defiende Eduardo Aguinaco, secretario general del sindicato UAGA: "Lo que ha diferenciado siempre a la Rioja alavesa de las otras subzonas es la figura del pequeño cosechero que con una pequeña explotación produce, transforma y comercializa vino. Esto es lo que hay que mantener y así lo han entendido los productores que tienen claro su trabajo, que lo del año pasado fue coyuntural y era algo pasajero".