Apuesta por la competitividad de nuestro sector pesquero

Conservación

RETRATO ECONÓMICOJOSU SANTIAGO El sector pesquero está apostando por su futuro. Después de unos años de reducción y envejecimiento de la flota, el año 1999 supuso un punto de inflexión que quebró una progresiva decadencia. Con un fuerte apoyo económico del Gobierno vasco y la colaboración de otras instituciones vascas, el sector se encuentra inmerso en un proceso inaplazable de renovación. Proceso que habrá de tener su cúlmen en los años 2000 y 2001, periodo en el que se dispondrá de un marco favorable de ayudas y en el que aún no entrarán en vigor los fuertes requerimientos de aportación de bajas recientemente aprobados en el ámbito comunitario.

Estamos asistiendo, por tanto, a un periodo clave y determinante para el futuro de nuestra flota. Un futuro en el que todos los intervinientes en las distintas pesquerías en el contexto internacional habrán de contribuir al ejercicio de adecuación de la capacidad de las flotas a los recursos disponibles.

Ejercicio al que la flota vasca ya ha contribuido con destacada generosidad durante el pasado reciente, pero del todo necesario en el contexto global, sobre todo por parte de aquellos estados que hasta la fecha se han resistido a reducir su flota en contra de los referentes marcados en el ámbito comunitario.

La adecuación del binomio flota-recursos revertirá favorablemente en la rentabilidad de las empresas pesqueras y en la conservación de los recursos. Este último factor es lógicamente fundamental; sin él perdería todo sentido cualquier idea de renovación. Por ello, es absolutamente prioritario mantener y cuando sea preciso, como es el caso de la merluza en la actualidad, recuperar los recursos pesqueros a niveles que produzcan rendimientos máximos de una manera sostenible. Es un reto clave de cara al futuro y para cuya consecución es necesaria la aportación del sector y también de los estamentos científicos y los gestores. Estos últimos dotando de marcos reglamentarios razonables y acordes con la realidad de la actividad pesquera.

Por último, es importante que el sector pesquero comience a mirar con mayor intensidad no sólo hacia el mar, sino también hacia el mercado. El fuerte cambio que ha sufrido en las últimas décadas el mercado (globalización, caída de barreras comerciales, Internet,...) no se ha visto reflejado en un cambio en los hábitos de comercialización del sector. Ésta es una de las vertientes que habrá que afrontar con intensidad de manera inmediata para garantizar un futuro rentable y competitivo para nuestro sector.

Josu Santiago Burrutxaga es director de Pesca del Departamento de Agricultura y Pesca.