Corea del Norte se abre al Sur para intentar superar la grave crisis económica que padece
Cuando el presidente surcoreano, Kim Dae-jung, se aloje a partir de hoy en la residencia de huéspedes de Pyongyang, es probable que no padezca ningún corte de luz, pero las interrupciones de corriente forman parte de las penalidades que sufren a diario los norcoreanos. Si su líder, el comunista Kim Jong-il, ha aceptado celebrar a partir de hoy su primera cumbre con su homólogo prooccidental del Sur desde la guerra y la división, entre 1950 y 1953, es para intentar sacar a su país del atolladero en el que está sumido desde el desmoronamiento del bloque soviético.