El candidato del PRI dice que su contrincante no aceptará una derrota

El candidato a la presidencia de México por el gubernamental Partido Revolucionario Institucional (PRI), Francisco Labastida, pronostica que su principal contrincante, Vicente Fox, del conservador Partido de Acción Nacional (PAN), no aceptará nunca el triunfo priísta en las próximas elecciones del 2 de julio. Es más, según Labastida, Fox llamará a tomar las calles, se proclamará ganador e impugnará el triunfo del oficialismo.

El virtual empate entre los favoritos y los sucesivos cruces de advertencias y acusaciones entre los candidatos preocupan a la sociedad mexicana, temerosa de que una victoria por escaso margen sea desconocida por el otro bando y desencadene protestas violentas. Tanto Labastida como Fox se han referido en varias ocasiones a la posibilidad de desórdenes, atribuyendo las culpas al contrario. La cotización del peso, mientras tanto, cae debido a la incertidumbre."¡Este cambio no lo paran ni el viejo ni el nuevo PRI, ni la Secretaría de Gobernación (Ministerio de Interior), ni la Presidencia de la República; mucho menos la detendrán ese hombrecillo [en referencia a Labastida] y sus secuaces!", gritó Fox el pasado domingo, al frente de una manifestación con decenas de miles de seguidores por el centro de Ciudad de México. "¡Vine a pelearme en su corral", se jactó también en Los Mochis, estado de Sinaloa, donde Labastida fue gobernador. Días atrás, el candidato conservador recomendó a su rival del PRI ganar por más de diez puntos, pues, en caso contrario, afirmó, su eventual victoria no sería creíble debido a los sucesivos fraudes perpetrados por el partido que fue gobierno y régimen durante 71 años.

El Instituto Federal Electoral (IFE), respaldado por todos los partidos, tratará de evitar trampas. Ese organismo autónomo autorizó tres sondeos rápidos a las empresas Gallup, Berumen y GEA, sobre una muestra proporcional del voto rural y urbano. Su objetivo es evitar que algún candidato se precipite a cantar victoria aprovechando la diferencia de tiempo entre el cómputo de las zonas rurales y las urbanas. El escrutinio oficial del voto urbano será previsiblemente favorable a Fox, y más rápido en llegar a los ordenadores que el rural, tradicionalmente fiel al PRI.

El IFE únicamente declarará fiable el triunfo de un aspirante cuando las tres casas encuestadoras coincidan en sus resultados. "Si en un conteo rápido hay dos puntos de diferencia, el propio margen de error obliga a señalar que estamos ante una especie de empate técnico, y que hay que esperar a los resultados del IFE", explica su presidente, José Woldenberg. La declaración del ganador corresponde al Tribunal Electoral, que se pronunciará tras estudiar las posibles impugnaciones a los resultados.