La ciencia abre la vía para la recuperación de la lesión medular Un equipo español hará pruebas en primates
Paso a paso; así se plantea Almudena Ramón Cueto el seguimiento de su investigación sobre lesiones medulares, en la que ya ha logrado que ratas con la médula seccionada puedan volver a andar tras practicarles un trasplante de células. Lleva 10 años trabajando en este objetivo, y la meta de lograr que los parapléjicos puedan volver a andar parece aún lejana. Pero esta y otras investigaciones realizadas por diferentes equipos han abierto una puerta que hasta ahora se consideraba cerrada.
Ramón Cueto, doctora en Medicina y Cirugía de 36 años, explica que aunque el objetivo final de su trabajo sea que los paralíticos anden, "no quiere decir que lo vayamos a conseguir, sólo que lo intentamos". La repercusión en España del trabajo, dirigido por Jesús Ávila, del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa, que se publicó la semana pasada en la revista Neuron, obliga a Ramón Cueto a matizar su alcance y a explicar que los siguientes pasos seguirán siendo en ratas, aunque en paralelo se intente avanzar también en primates no humanos. Parte del mérito del trabajo es conseguir demostrar la regeneración funcional de las ratas, la mayor descrita hasta el momento. "A partir de ahora dirigiré un grupo de investigación sobre regeneración neural en el Instituto de Biomedicina, del CSIC, en Valencia", explicó ayer a este periódico. Seguirá trabajando en ratas porque hay cosas importantes que aclarar. En los experimentos realizados hasta ahora la sección de la médula de las ratas y el trasplante de células se hicieron en la misma operación, o sea no transcurrió tiempo entre una y otro. En el caso de personas que se quedan paralíticas por lesión medular a raíz de un accidente, por ejemplo, lo primero es siempre salvar la vida, y sólo pasado cierto tiempo se puede empezar cualquier tratamiento. Así que, para seguir con esta investigación paso a paso hay que probar que en las ratas también se produce una regeneración de los conductos medulares en caso de lesión crónica.Queda por saber también el mecanismo por el cual se produce la regeneración.
Las células trasplantadas son las de la glia envolvente, que recubre los axones (los cables que comunican las neuronas) del bulbo olfatorio (una parte del sistema nervioso). Estas células permiten que estos axones, al contrario que los de la médula espinal, se puedan regenerar. Pero no se sabe por qué. "Sería interesante saber los mecanismos por los que estas células de glia, y no otras, facilitan la extensión del axón", señala Ávila, que va a seguir trabajando sobre este aspecto en el CBM.
La extensión de los experimentos a los primates no humanos, todavía sin concretar, se haría en la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Madrid, explica Ramón Cueto. El problema es que sólo se ha conseguido cultivar células de glia envolvente de ratas adultas, y no de primates y de humanos, aunque sí se sabe que estas células existen en el bulbo olfatorio en todos ellos y que sus axones también se regeneran. Siguiendo su enfoque paso a paso, Ramón Cueto se centró en el bulbo olfatorio adulto porque si algún día se pudiera aplicar a humanos, "lo ideal es que el donante de las células a trasplantar fuera el propio paciente". Pero advierte, el sistema motor es distinto; las ratas se pueden recuperar en caso de lesión incompleta y los seres humanos no, por lo que es imprescindible pasar por los primates para ver su posible viabilidad.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.