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Compra de pescado por Internet

Las barcas de la sardina y el boquerón de Vilanova y Blanes venderán sus capturas a través de la red

Las cofradías de pescadores de Vilanova i la Geltrú y de Blanes se han embarcado en un ambicioso proyecto que pretende transformar el tradicional sistema de subasta cantada en una lonja virtual informatizada. El proyecto cuenta con el asesoramiento técnico del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y de los ayuntamientos de Vilanova y Blanes.De momento, sólo las barcas que se dedican a la sardina y al boquerón serán equipadas para participar en esta lonja virtual. La idea básica consiste en dotar a las barcas que salen a faenar con una terminal de ordenador conectada al puerto base. En alta mar, los pescadores introducirán los datos correspondientes a las capturas que hayan hecho.

La cantidad de cajas y la calidad del pescado azul -si conserva las escamas es más valorado-, la hora de su captura o la proporción de peces por kilogramo, son algunos de los datos que serán enviados vía Internet hasta la lonja. En tierra, los mayoristas podrán observar en una pantalla cuántas barcas comienzan a entrar en el puerto y con qué capturas llegan. Uno se encargará de verificar la fiabilidad de los datos enviados desde alta mar e immediatamente comenzará la subasta. Equipados con unos mandos a distancia, los mayoristas participarán en la subasta, que se realizará a través de un mando similar al de la televisión.

Al tratarse de una subasta a la baja, cuando la mercancía señalada en la pantalla haya llegado al precio que el comprador esté dispuesto a pagar, deberá apretar el botón de su mando. Hasta ahora la subasta se realizaba a viva voz.

Este sistema mediante mandos a distancia será similar a la subasta automatizada que ya se lleva a cabo por las tardes en muchas lonjas de Cataluña. La diferencia es que los datos también estarán disponibles en tiempo real a través de Internet. "De esta manera, un comprador que esté en Madrid también podrá participar en la subasta", explica José Moya, patrón mayor de la cofradía de Vilanova.

Aval bancario

La subasta del pescado en Vilanova quedará abierta a posibles compradores de todo el mundo. El único requisito será que los mayoristas, estén donde estén, tengan una conexión con la lonja a través de Internet y que hayan presentado previamente un aval bancario para poder participar en la subasta. El sistema también ofrecería la posibilidad, en casos aislados, de efectuar ventas directas desde una barca que aún no hubiera llegado a puerto. "Si, por ejemplo, una barca ha ido muy lejos a faenar y tiene previsto llegar tarde, podría también participar en la subasta para ganar tiempo", explica Moya.

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El año 1999 ha sido muy desfavorable para el sector pesquero a causa del descenso de las capturas. El que se ha llevado la peor parte ha sido precisamente el sector de la sardina y el boquerón. En la lonja de Vilanova -una de las primeras de Cataluña en volumen de pesca-, las capturas de pescado azul sumaron 442 millones de pesetas el año pasado, 100 millones menos que el año anterior. Los armadores también están "espantados", dice Moya, ante el descenso de las capturas de boquerón: en seis años se ha bajado de 113.000 cajas a las 10.000 del año pasado.

"La cosa está tan mal que muchos pescadores vemos en la lonja virtual nuestra salvación", dice el patrón mayor. "Por eso, nos gustaría que el proyecto se pusiera en marcha cuanto antes", añade. Otro síntoma revelador sobre la mala racha que atraviesan los puertos pescadores se advierte en las tripulaciones de las barcas de la sardina y el boquerón. Tradicionalmente, la tripulación de estas barcas solía estar formada por 12 o 15 marineros. Desde hace tres años, el número de pescadores a bordo se ha ido reduciendo y algunas barcas salen a faenar con sólo seis o siete hombres. Muchos han optado por dejar la pesca y dedicarse a la construcción, un sector donde pueden ganar el doble en una semana.

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