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Uno de los suboficiales argentinos implicados en el robo de niños confirma los hechos

Un suboficial retirado de la Marina argentina, que se halla prófugo tras las nueve órdenes de captura dictadas por la juez María Servini de Cubría contra otros tantos militares acusados del robo de hijos de detenidas-desaparecidas durante la dictadura, ratificó ayer desde su escondite los espeluznantes relatos difundidos los últimos días sobre la sustracción de bebés en la base naval de Mar del Plata. "Lo que dicen los testimonios es cierto. La cantidad de bebés que se apropiaron en la Base Naval supera los diez", dijo telefónicamente al diario Página12 el suboficial Pedro Muñoz.

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"Cuando llegaba una chica embarazada, enseguida tejían una historia sobre ella. Decían que era una subversiva muy peligrosa, que mató a un comisario, que era una guerrillera importante. Con este argumento, la aislaban y nadie podía acercarse. Todo eso lo hacían porque querían quedarse con el bebé", relata el militar retirado, que precisa: "Quiero declarar ante la justicia para aclarar mi situación, porque figuro en los medios de comunicación como implicado en esta causa y no es cierto".Muñoz, antiguo submarinista de la base naval y miembro de un grupo de tareas (órgano represivo), ha confirmado los testimonios que sirvieron de base a la investigación de la juez Servini. En aquel siniestro centro militar marplatense los suboficiales acusados se repartían los bebés como si fueran cachorros. Se apropiaban de los recién nacidos de tez blanca y despreciaban a los de tez más oscura, que pasaban a engrosar la lista de desaparecidos.

"Es cierto, casi todo es cierto. Es verdad lo del robo de bebés y también es verdad lo de los enfermeros que inyectaban a los detenidos para que los tiraran al mar", dice el suboficial Muñoz, que ha apuntado un nuevo dato: "También habría que mencionar los dos hijos que se apropió un hombre que ahora es secretario del Almirantazgo ".

Toma de declaraciones

Servini de Cubría tenía previsto ayer empezar a tomar declaración a los seis suboficiales detenidos hasta el momento. Se trata de Amadeo Romero, Mario González, Alberto Asti, Domingo López, Alfredo Vera y Jorge Oliva, todos ellos presuntos apropiadores de hijos de detenidas-desaparecidas.

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La magistrada indicó que faltan dos acusados por detener y estimó entre 10 y 12 los niños robados por los suboficiales de la base naval de Mar del Plata, aunque precisó: "Sabemos que hay más chicos diseminados en otras zonas".

La detención de seis suboficiales de la Marina se añade a la decena de antiguos altos oficiales de la dictadura que están detenidos y procesados en la causa madre del robo de bebés, que instruye el juez federal Adolfo Bagnasco. Entre ellos figuran los ex presidentes Jorge Rafael Videla y Reynaldo Bignone y el ex jefe de la Marina y cerebro de la primera junta militar, Emilio Massera.

El robo de niños durante la dictadura es el único delito de los cometidos en aquella época que no prescribe, ya que quedó fuera de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final aprobadas por el Gobierno de Raúl Alfonsín y de la posterior amnistía decretada por su sucesor, el peronista Carlos Menem. El trabajo paciente de la organización Abuelas de la Plaza de Mayo, promotora de unas 240 denuncias, ha permitido hasta ahora detectar a 63 menores que estaban de forma ilegítima en poder de militares, policías o allegados.

Trabajo delicado

Estela Carloto, presidenta de la agrupación Abuelas de la Plaza de Mayo, expresó ayer su esperanza de que la justicia condene a los militares que se apropiaron durante la dictadura de hijos de detenidos-desaparecidos, a los que suplantaron su identidad, y subrayó que, a partir de ahora, "viene un trabajo muy delicado", de contarles la verdad a unos jóvenes nacidos en dictadura, que hoy tienen entre 17 y 24 años y que nunca supieron quiénes eran sus verdaderos padres.

Carloto acudió ayer al edificio de los juzgados de Buenos Aires y se puso a disposición de la juez Servini de Cubría para colaborar en la investigación abierta. "En la medida en que se pueda, tendrán que ir sabiendo por la justicia cuál es su situación", explicó la presidenta de Abuelas de la Plaza de Mayo al referirse a los hijos sustraídos durante la dictadura de las Juntas Militares.

Admitió Carloto que muchos de los chicos, ante la detención de sus apropiadores, "presentan mucha reticencia" para someterse a los análisis de ADN que ordena la justicia para determinar su verdadera identidad. Carloto atribuyó este recelo a "una crianza perversa, sistemática", donde los chicos temen "condenar y traicionar" a las personas que los criaron.

"Ellos, en principio, tienen un gran dolor, un gran trauma, porque lógicamente algunos sabían que eran hijos propios, pero hay una crianza, y esto es sistemático, tan perversa de esta gente de tal apropiación mental, que estos chicos son como un preso, y el que está en una cárcel no tiene opinión", señaló Estela Carloto.

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