Las fundaciones sanitarias del PP tendrán autonomía para fichar a sus médicos
El reglamento que desarrolla la gran reforma del Gobierno, a punto de ser aprobado
La gran reforma del sistema sanitario, emprendida por el PP al poco de ganar las elecciones de 1996, está a punto de culminarse legislativamente. El reglamento que desarrolla las fundaciones sanitarias será aprobado próximamente por el Gobierno, cuando la legislatura toca a su fin. El nuevo modelo convertirá a los hospitales en empresas independientes con capacidad para seleccionar a su personal, recibir ingresos extraordinarios, como donaciones y legados, y abre la puerta a la participación ciudadana. El PP cree que modernizá el sistema. La oposición, que lo fragmentará peligrosamente.
"El cambio más radical que hayan tenido nuestros hospitales públicos españoles a lo largo de su historia", según palabras del coordinador del PSOE de Sanidad, José Manuel Freire, está a punto de llegar. El reglamento que desarrolla las fundaciones públicas sanitarias está ahora en manos del Consejo de Estado, y este mismo mes, quizá el próximo, será aprobado por el Consejo de Ministros. Para el Partido Popular es la reforma sobre la que pivotará el futuro del sistema nacional de salud. A muy grandes rasgos, éstas son las claves del nuevo modelo:
Cada hospital, una empresa.
El sistema actual está centralizado. El Insalud, por ejemplo, gestiona más de 80 hospitales públicos, para los cuales hay una caja común. Cada centro recibe un presupuesto anual en función de su actividad. En el futuro, el sistema será similar, pero cada hospital tendrá personalidad jurídica, lo que le permitirá, por ejemplo, adquirir patrimonio o arrendar bienes y, desde luego, beneficiarse directamente de su buena gestión. Si reduce costes, podrá reinvertir el dinero y mejorar su servicio.
Selección de personal.
En los nuevos hospitales, como los de Manacor o Alcorcón, recién estrenados en el Insalud, el personal será laboral y, por tanto, la selección de personal la hará cada centro mediante concurso público. En los hospitales tradicionales convertidos en fundación, el personal será estatutario y, por tanto, la selección se hará, en principio, como hasta ahora a nivel global. Sin embargo, el reglamento admite que "podrá vincularse con carácter excepcional personal funcionario o laboral" cuando se considere más adecuado. En general, el espíritu lo describe el presidente del Insalud, Alberto Núñez Feijóo, como "un marco de relaciones laborales más flexible" con "mayores competencias de selección y contratación de personal".
Fuentes de ingresos extras.
Los hospitales podrán recibir donaciones, legados o cualquier otra aportación pública o privada. Ahora, un gesto de generosidad de este porte no beneficia directamente al hospital elegido. Debe ir a la caja única del Insalud.
El "holding" público.
El Insalud, al igual que hacen los servicios autonómicos de salud, seguirán manteniendo una política coordinada de los hospitales. Para evitar la inequidad, el Insalud cubrirá siempre el déficit de un hospital. El reglamento del PP establece claramente que se garantizará "la continuidad asistencial entre niveles", y que, en todo caso, "la atención sanitaria que se preste en todos los centros" se efectúe en los términos recogidos por la ley.
Nombramientos.
El gerente de un hospital, que va a disponer de mayor autonomía de gestión, será nombrado por el Insalud. Igual que ahora. La jerarquización del hospital será, por lógica, más acusada en los hospitales de nueva creación, donde el personal es laboral, no estatutario.
El patronato.
En los órganos de dirección de nuestros hospitales sólo intervienen los profesionales de los distintos sectores del centro. En las fundaciones funcionará un Consejo de Gobierno o unpatronato, cuyos miembros nombrará y destituirá el Insalud, con tres vocales externos, ajenos al hospital, pues deberán tener uno a propuesta de la comunidad autónoma correspondiente, otro del Ayuntamiento y otro a propuesta de la universidad si es hospital universitario. Cada hospital podrá después fijar competencias específicas de su patronato.
Participación ciudadana.
Los órganos de participación ciudadana son muy similares a los actuales. Sindicatos, organizaciones empresariales, personas mayores y consumidores podrán seguir como ahora el funcionamiento de su hospital. Las principales novedades son que la mayoría de los miembros de esos órganos "no podrán tener vinculación mercantil o laboral con el centro", cosa que no explicita el vigente decreto de 1987, y tampoco recibir información sobre política de personal.
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