Codorníu reclama a Freixenet 400 millones por daños y perjuicios por bloquear la venta de botellas esmeriladas
Codorníu ha reclamado ante la justicia que su competidora Freixenet asuma las pérdidas, de unos 400 millones de pesetas, que la compañía ha tenido este ejercicio por la paralización en la comercialización de botellas blancas y negras esmeriladas.La Audiencia de Barcelona anuló el pasado mes de julio una sentencia del Juzgado de Primera Instancia número 3 de Barcelona que impidió a Codorníu utilizar durante casi un año las botellas esmeriladas, en el último episodio de la denominada guerra del cava, que enfrenta desde hace tres años a los dos líderes de cava español.
Codorníu, que facturó 27.841 millones en su último ejercicio (cierra en abril), ha repartido dividendos por primera vez entre sus 300 accionistas, la mayoría vinculados con la familia Raventós. Codorníu obtuvo unos beneficios después impuestos de 1.294 millones de pesetas del ejercicio 98-99, con un crecimiento del 19%. La empresa anunció la compra de terrenos en Argentina.
Por su parte, Freixenet comunicó ayer en Bilbao que acabará el año con 35.000 millones de exportaciones de cava. Freixenet obtendrá unos 3.000 millones de beneficios antes de impuestos (2.700 millones en el pasado ejercicio) y su facturación se disparará por encima de los 65.000 millones de pesetas (55.300 millones el año pasado), según el presidente de Freixenet, José Luis Bonet.
Las exportaciones de Freixenet suponen el 80% del total de espumosos españoles vendidos al exterior, y han crecido en 25 millones de botellas por el efecto de la celebración del milenio, la bonanza de la coyuntura económica y los esfuerzos del grupo Freixenet en la exportación. Bonet anunció la inminente compra de una bodega australiana.
