El fraude mundial de las vitaminas
La UE estudia multar a Roche y Basf, castigadas en EEUU con la mayor sanción de la historia
Los consumidores de vitaminas de todo el mundo se acaban de enterar de que durante la última década han pagado por ellas un sobreprecio de 780.000 millones de pesetas. Es el fruto de los tejemanejes de las dos mayores fabricantes mundiales de vitaminas, la suiza Roche y la alemana Basf, que mediante acuerdos han convertido en un auténtico monopolio el libre mercado de estos productos.La magnitud del negocio está aún por evaluar en su totalidad. Es una escalada por descifrar. Porque estas sustancias orgánicas, imprescindibles para el desarrollo de la vida, cada vez se consumen más, y no sólo aisladas como suplementos nutritivos, un producto muy popular en las farmacias. Los fabricantes acuden también a ellas para enriquecer alimentos tan habituales como la leche, el pan de molde, los zumos, la comida infantil o los cereales.
Descubierto el fraude al mercado, ambas multinacionales se han enfrentado de entrada a la mayor multa impuesta hasta ahora por el Departamento de Justicia de Estados Unidos, 113.400 millones de pesetas. La investigación se concentró en fabricantes de vitaminas a granel, incluyendo europeos y japoneses. La firma Rhône-Poulenc resultó indultada al colaborar con las autoridades.
Cuestión de estilo
Ahora, ambas multinacionales sancionadas aguardan el veredicto de la Unión Europea que pronunciarán 20 comisarios antes del otoño. Roche ya ha reconocido que se enfrenta a varios procesos en Estados Unidos y que "ha iniciado conversaciones con la Unión Europea" para negociar la cuantía a pagar "por una posible sanción".
Las compañías aseguran que han despedido a los directivos responsables de las prácticas monopolísticas en Estados Unidos. Un portavoz de Basf señala, desde la sede de esta empresa, que el consejo de dirección "lamentaba estos hechos, porque no son del estilo de la compañía, que siempre ha fabricado con criterios éticos". No opinó lo mismo la justicia norteamericana.
En España, el furor vitamínico no alcanza los niveles de la sociedad americana, donde la cultura del culto al cuerpo ha sido alimentada por las farmacéuticas con insistente publicidad sobre las propiedades antioxidantes y preventivas de enfermedades de ciertas vitaminas. Los orígenes de las que llegan aquí son europeos y japoneses, si bien en los últimos años se ha producido un incremento de importaciones de China.
Con todo, la sanidad pública pagó por complejos vitamínicos -43 marcas son todavía financiadas por la Seguridad Social- 401 millones de pesetas el año pasado; es decir, el 0,1% del gasto en farmacia.
Ya de su propio bolsillo, los españoles compraron el mismo año vitaminas por un valor de 5.340 millones de pesetas. La gran mayoría son especialidades publicitarias, por lo que son de precio libre y, en teoría, sujetas a las ventajas de la competencia. A menos que en el mercado español y europeo haya ocurrido lo mismo que en Estados Unidos, algo que han negado los portavoces de las dos compañías sancionadas, pero que la UE está investigando seriamente y que parece probable, dado que ellos mismos admiten que existen "negociaciones" con Bruselas.
Tanto Roche como Basf tienen una fuerte presencia en España. La división de vitaminas de la primera controla el 20% del mercado en nutrición humana y el 24% en nutrición animal. La segunda companía se niega a ofrecer datos de su mercado español.
Por el momento, en España no se ha abierto expediente sobre estas prácticas de convenir precios ni en el Servicio de Defensa de la Competencia (Ministerio del Interior) ni en el Tribunal de Defensa de la Competencia. Para que se inicie un expediente de este tipo debe producirse una denuncia de la parte perjudicada o bien que los organismos públicos actúen de oficio. A este respecto, las autoridades españolas afirman que se encuentran a la espera de la decisión que adopte la Comisión Europea.
El último expediente del Tribunal de la Competencia en el sector farmacéutico, publicado el pasado mes de diciembre, imponía medidas cautelares contra Glaxo Welcome por vender medicamentos a un precio en el mercado interior y a otro distinto en mercados exteriores.
Dieta mediterránea
Tanto la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) como la Unión de Consumidores de España (UCE) reconocen que no han realizado hasta el momento análisis sobre el sector de las vitaminas, aunque las multas impuestas a Roche y Basf les han alertado sobre los riesgos que estas prácticas pueden acarrear para el consumidor.
Rafael Urialde, representante de la Unión de Consumidores de España, afirma que los españoles tienen la suerte de contar con buenas frutas y verduras que aportan una serie de vitaminas naturales que hacen innecesarios en la mayoría de los casos añadir complejos vitamínicos que se escapan al control del ciudadano. Sin embargo, un precio monopolítico de las vitaminas, organizado con un cártel delictivo, puede haber influido en el precio de decenas de productos de uso corriente en la alimentación animal y de consumo humano habitual.
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