ACNUR denuncia que ya no tiene dinero para los refugiados porque los donantes no han cumplido
"No hay más dinero en el banco". Tajante y preocupado, el portavoz del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en Macedonia, Ron Redmond, describió ayer con una frase tan sencilla la crítica situación financiera que está atravesando la organización. "La falta de fondos puede comprometer gravemente las operaciones en favor de los refugiados de Kosovo", aseguró Redmond. A pesar de no querer ser catastrofista, por lo que evitó hablar de una fecha límite, dio la voz de alarma ante la grave situación que se generaría "si no se reciben aportaciones económicas con toda rapidez".
ACNUR solicitó 143 millones de dólares (unos 22.100 millones de pesetas) para sus operaciones en toda la región durante el primer semestre de este año. Pero hasta el momento, los países donantes sólo han aportado 77 millones. "Todo ese dinero ya ha sido gastado", prosiguió Redmond, quien puntualizó que aún quedaban 11 millones en las cuentas de ACNUR, pero que ya "están comprometidos". Ante tal falta de liquidez, Redmond apeló a la solidaridad y el compromiso de los países occidentales con las gigantescas proporciones que ha adquirido el éxodo balcánico desde que comenzaron los bombardeos de la OTAN y que afecta a cerca de 750.000 albanokosovares. Pero, sobre todo, llamó a los Estados de la Unión Europea (UE) a que comprometan fondos de manera "urgente e inmediata", porque, "después de todo, éste es un problema de Europa".La situación es grave y, como en otras crisis, los primeros en verse reducidos son siempre los programas sociales. "Es triste decirlo, pero, cuando escasean los fondos, los primeros afectados son aspectos sociales como la educación o la ayuda psicológica, atención esta última que esta gente necesita con urgencia", matizó Redmond. En estos momentos, la prioridad de la organización de Naciones Unidas es mejorar las condiciones de vida en los campos de refugiados, que están sobresaturados hasta el hacinamiento. "Todavía hay que poner en marcha instalaciones sanitarias e higiénicas adecuadas y de mayor calidad", continuó Redmond, "ya que las actuales no cubren los mínimos requisitos solicitados por el Alto Comisionado".
Como primer ejemplo valdría el hecho de que cada letrina ahora mismo está siendo compartida por una media de 300 personas, cuando lo óptimo serían 20. En segundo lugar está la falta de puntos de agua, lo que supone que la gente tiene que hacer largas colas para llenar un solo bidón.
Además, ACNUR ha vaticinado que podría haber nuevos desplazamientos, quizá 5.000 nuevos deportados del régimen de Belgrado, por lo que "hay que estar preparados ante un nuevo flujo, igual que para poder intervenir en el retorno a Kosovo en cuanto la situación se normalice".
Según un alto funcionario de Ginebra que quiso permanecer en el anonimato, la explicación que aclararía por qué han disminuido las donaciones hacia ACNUR sería que la Unión Europea está entregando desde hace un tiempo los fondos a las ONG de sus propios países. A esto hay que sumar la burocracia de Bruselas, que retrasa la llegada de fondos. Sin embargo, fuentes de ACNUR apuntaron que el problema de fondo es que los países donantes suscriben programas de ayuda bilaterales con Macedonia y Albania, lo que está ocasionando un mal reparto de los recursos.
La ayuda española
El papel de España sigue siendo insignificante en esta crisis. La sede de ACNUR en Ginebra confirmaba ayer la ínfima aportación económica del Gobierno español a la agencia de la ONU: cerca de 1,5 millones de dólares (232 millones de pesetas). Y frente a las evacuaciones masivas, el Ejecutivo de José María Aznar sigue extrayendo a los refugiados a cuentagotas. Desde que comenzó la crisis, el Ejecutivo español ha acogido tan sólo a 445 deportados albanokosovares. Siguiendo esta política, otros 240 refugiados llegan hoy por la tarde a Valencia. Paradójicamente, el país que más fondos ha destinado hasta el momento para las operaciones de ACNUR de ayuda a los refugiados de Kosovo ha sido Japón, con 23,1 millones de dólares (más de 3.500 millones de pesetas). Muy de lejos le sigue Estados Unidos, con una aportación de 8,5 millones; en tercer lugar se encontrarían Dinamarca y Holanda. Italia es el país donde mayor respuesta se ha producido a las necesidades de los deportados por parte de donantes privados, que han contribuido a ACNUR con 8,7 millones de dólares.+
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