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GUERRA EN YUGOSLAVIA La reconstrucción

La Unión Europea y Estados Unidos se disputan el liderazgo para reconstruir los Balcanes

Andrés Ortega

Tras la destrucción, la reconstrucción. Pero si EEUU fue el que llevó la guerra, la Unión Europea es la que pretende liderar esta labor, que se está empezando a planificar seriamente. Washington, según fuentes europeas, pretende no quedarse atrás en esta tarea, no sólo por no presentar únicamente la imagen del que bombardea, sino para asegurar su presencia y permanencia en la zona, según han manifestado en reflexiones que han llegado a los europeos. Aunque EEUU y Europa cooperan en la definición de esta reconstrucción, hay un larvado conflicto de protagonismos y de liderazgo de la paz.

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El plan alemán

Ese conflicto se traduce ya en el distinto peso que unos y otros quieren dar a la OTAN en esa fase. Alemania quiere limitar el papel de la Alianza Atlántica a los aspectos de seguridad. Pero quizás lo que más puede generar una dinámica estabilizadora es dar a estos países perspectivas de ingreso en la UE y en la OTAN, según estos esbozos de planes. En esto coinciden alemanes y americanos.Son varios los países e instituciones que están elaborando planes de reconstrucción para los Balcanes y en general para la Europa del sureste, lo que en parte se viene a llamar un Plan Marshall para la zona. Según el CEPS (Center for European Policy Studies) de Bruselas, en cuyos trabajos se está inspirando la Comisión Europea para elaborar los suyos, tal labor requeriría unos 5.000 millones de euros (unos 830.000 millones de pesetas) anuales para los países de la antigua Yugoslavia y Albania. Excluyendo los costes del despliegue militar que permanecerá y otros de ayuda humanitaria de urgencia, ésta es una cantidad abordable, según las fuentes comunitarias consultadas. El CEPS habla de lograr una "pertenencia virtual" de estos países a la UE o de crear un nuevo estatuto de "estado autónomo o región autónoma (para Kosovo) en la UE", lo cual, si no se cumple, puede generar desilusiones y frustraciones..

Para el 27 de mayo está convocada en Bonn una reunión con el llamado formato Royaumont, el de los pactos de estabilidad en Europa central de unos años atrás, el único que permite sentar a una misma mesa a participantes tan diversos como la UE, EEUU, Rusia, la OSCE, el Consejo de Europa y los países de la zona, incluida la actual Yugoslavia, si se cree para entonces su presencia posible. La presidencia alemana de la UE está elaborando una estrategia común para el sureste que incluye varias facetas. Bonn es consciente de que, aunque es necesario un enfoque general, no puede intentar resolverlo todo a la vez, pues el ejercicio estaría abocado al fracaso. Hay que ir paso a paso, resolviendo problemas concretos, y lanzar un proceso efectivo que cree las condiciones para un desarrollo estable y pacífico de la zona. Si la permanencia de Milosevic y su régimen no permite a Yugoslavia participar en estos planes de reconstrucción, entonces habrían de implicarse sólo sus vecinos, creando "islas de estabilidad". Alemania, en su documento de trabajo, no cierra ninguna posibilidad. Habla de "inviolabilidad" de las fronteras (siguiendo la terminología del Acta de Helsinki), pero no de su "inmutabilidad". Así, Alemania pretende desactivar la tensión entre el derecho a la autodeterminación y el mantenimiento de la unidad de un Estado multiétnico.

Presencia permanente

EE UU, por su parte, se mueve por varios tipos de preocupaciones: no sólo ser mirado como el principal país que ha bombardeado Yugoslavia. Pretende incluir la zona en la Comunidad Euroatlántica, definida por el recién aprobado Concepto Estratégico de la OTAN, y asentar una presencia en los Balcanes casi de forma permanente. Desde luego, EE UU y la UE coinciden en que será necesaria una larga e importante presencia de la OTAN en esa parte de Europa en tareas de prevención de conflictos y desarrollo de una política de seguridad moderna en la zona y en mantenimiento e imposición de la paz. "El potencial militar de la OTAN sigue siendo indispensable para la credibilidad de la diplomacia occidental en la región", señala el documento alemán, pero a la vez "el papel y objetivos de la OTAN deben limitarse al campo de la política de seguridad". Alemania propone que sea la UE la que se encargue de organizar la policía y las necesarias fuerzas paramilitares del tipo de la Guardia Civil, a medida que se retiren las militares.Varias dimensiones tendría esta reconstrucción y ayuda, desde la económica hasta el impulso de las sociedades civiles o la "microgestión politica". Algunos países europeos quieren premiar a Albania por su actitud ante la acogida de refugiados, dándole más fondos, proporcionalmente hablando, que a Macedonia, más reticente.

Lo que aún está en ciernes es justamente la idea central del Plan Marshall montando por EE UU tras la II Guerra Mundial para ayudar a la reconstrucción de Europa: no sólo dinero, sino mecanismos para obligar a los receptores de la ayuda a cooperar entre ellos como condición para acceder a los fondos.

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