_
_
_
_
GUERRA EN YUGOSLAVIA Política y diplomacia

Chernomirdin se reúne hoy con Clinton para buscar una salida política al conflicto de Kosovo

Víktor Chernomirdin, representante especial de Borís Yeltsin para la crisis de Kosovo, se reunirá hoy en Washington con el presidente de EEUU, Bill Clinton, al que llevará un mensaje personal del líder del Kremlin y con el que discutirá posibles salidas políticas al conflicto. La iniciativa demuestra que Moscú está muy lejos de haber tirado la toalla en sus esfuerzos mediadores y que ha abandonado por completo la retórica de confrontación con la OTAN. Hace unas semanas, el propio Yeltsin evocaba fantasmas como la participación rusa en la guerra y el estallido de la III Guerra Mundial.

Más información
EEUU: la liberación no reducirá los bombardeos
Cruz Roja reclama al Gobierno un plan global para los refugiados
"Podemos estar contra Milosevic y contra las bombas al mismo tiempo"
"Milosevic juega con Moscú su viejo juego cínico del engaño"
"¿No os gusta tanto tener hijos? Pues vais a tener uno serbio"
El fantasma de Vietnam complica la invasión de Kosovo
La tenacidad de un periódico en el exilio
La resistencia serbia
Los soldados agradecen a Jackson su mediación
La OTAN cree que Moscú aceptará el uso de la fuerza

Yeltsin utilizó ayer el teléfono rojo para conversar con Clinton y, aunque no se conocen detalles de lo que hablaron, parece claro que el presidente ruso logró cuando menos que su "amigo Bill" -como le llamaba antes de esta crisis- accediese a dar más cancha a Rusia, sin cuya participación resulta muy dudoso que el presidente de Yugoslavia, Slobodan Milosevic, llegue a aceptar ningún acuerdo.Chernomirdin informará directamente a Clinton de los dos viajes que ha efectuado a Belgrado donde, supuestamente, Milosevic mostró una flexibilidad que, de momento, no se ha confirmado con el anuncio de dos concesiones claves para que la OTAN detenga sus bombardeos: la retirada de Kosovo de las fuerzas militares y policiales y la aceptación de una fuerza armada internacional en la provincia yugoslava de mayoría albanesa que garantice el regreso de cientos de miles de refugiados a sus hogares.

El exprimer ministro ruso, que ha recobrado protagonismo después de que la Duma (Parlamento) rechazase el pasado septiembre su vuelta al Gobierno, tiene previsto reunirse también en Estados Unidos con el secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, que estuvo la pasada semana en Moscú. La cita ilustra el camino por el que se mueve la diplomacia rusa estos días: la de buscar una fórmula respaldada por el Consejo de Seguridad de la ONU -en el que Moscú tiene derecho de veto-, que pasaría por el despliegue de una fuerza de paz en Kosovo auspiciada por el organismo internacional.

Rusia confía en que Belgrado, que oficialmente no está dispuesto a admitir tropas extranjeras en su territorio, termine aceptando esta salida como mal menor, ante la evidencia de que es ilusorio pensar que va a salir victorioso de su enfrentamiento con la OTAN. Ésta, por su parte, comprueba que el éxito militar rápido y quirúrgicamente puro es imposible, que Milosevic sigue sin ceder tras más de un mes de bombardeos y que el horizonte inmediato es continuar con estos durante largo tiempo e incluso lanzar una peligrosa intervención terrestre. Por esas brechas es por las que Rusia espera abrirse hueco y hallar un punto de encuentro.

"Nuevos pasos"

Ayer, Yeltsin convocó en su residencia campestre de Rus, cerca de Moscú, una reunión de su plana mayor en la que estuvieron presentes, además de Chernomirdin, el jefe de Gobierno, Yevgueni Primakov, y ministros claves como los de Defensa y Exteriores. Éste último, Ígor Ivanov, desplazado un tanto de los esfuerzos diplomáticos tras el nombramiento del enviado especial del presidente, declaró que éste les había instado a trabajar sin descanso en la búsqueda de una solución política y anunció que en los próximos días se adoptarán "nuevos pasos". No dijo cuales, en espera tal vez de que Chernomirdin se los explique hoy personalmente a Clinton.Estados Unidos y sus aliados mantienen que sólo una fuerza internacional con núcleo duro y preponderante de la OTAN, cuya capacidad militar de disuasión debería ostentar sin limitaciones, permitiría a la Alianza cumplir sus objetivos al lanzar los bombardeos masivos. Nada parece indicar que la Alianza haya llegado al punto de permitir, como pretende Moscú, que sean soldados rusos, bielorrusos, ucranianos y de otros países no enemigos de Belgrado los que se lleven los honores de garantizar sobre el terreno un eventual acuerdo en Kosovo.

Para la OTAN, sin embargo, es muy importante que Rusia no quede excluida de la búsqueda de una solución al conflicto, ya que eso impide que se abra con Moscú un nuevo frente que complicaría extremadamente la situación. David Levy, portavoz del Consejo Nacional de Seguridad norteamericano, saludó ayer con satisfacción la noticia del viaje de Chernomirdin a Washington e hizo referencia al "papel constructivo" que está jugando el Kremlin.

La distancia que separa a Rusia de la OTAN se ilustra, entre otras cosas, con encuestas que reflejan que más del 90% de la población se opone a los bombardeos y con el envío de ayuda humanitaria a Belgrado. Para hoy mismo está previsto que llegue en avión a Sofia un cargamento, para proseguir desde allí por tierra hacia Yugoslavia. Los planes rusos pueden venirse abajo si Bulgaria mantiene cerrada esa peligrosa frontera, pero Moscú confía en superar esa barrera "por medios diplomáticos".

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_