Obstáculos del Gobierno
Las relaciones entre el ACNUR y el Gobierno macedonio son cada vez más difíciles. La delegada del organismo internacional para los refugiados, Paula Ghedini, lamentó ayer la "falta de cooperación" de las autoridades locales, y puso ejemplos: en la frontera de Jacinze sólo un policía se dedicaba a preparar documentación para los refugiados, y en Blace fueron aumentados de dos a cinco el pasado domingo.Esas ínfimas dotaciones fronterizas, inferiores a las presentes en tiempos de normalidad, constituyen en la práctica un tapón contra la entrada de albanokosovares en el país. El ACNUR lamentó también que sólo las organizaciones albanesas locales, como El Hilal, y la Cruz Roja macedonia, fueran autorizadas a distribuir ayuda en Blace.
El Gobierno macedonio admitió de forma implícita que bloqueaba la frontera, pero atacó a su vez al ACNUR por el "increíble retraso" en la llegada de ayuda humanitaria. "Todos sabíamos que se avecinaba una catástrofe y, sin embargo, la ayuda está llegando con varios días de retraso", dijo la vicepresidenta, Radmila Kiprijanova.
