La junta general de accionistas de Molina liquida la empresa cárnica

La junta general de accionistas de Hijos de Andrés Molina aprobó ayer la disolución de la empresa, de modo que sus activos serán subastados para pasar, en gran parte, al grupo Campofrío. La junta se desarrolló como estaba previsto, según indicó Juan Lanzas, responsable andaluz de Alimentación de UGT. La liquidación de Molina contó con la oposición de la familia Molina, que aún conserva el 19% de las acciones. Éstos anunciaron que impugnarán el acuerdo de liquidación de la empresa. Además, mantendrán la demanda por la que piden 3.800 millones al Instituto de Fomento de Andalucía (IFA) en concepto del valor que tenían las acciones en 1995, cuando la Administración andaluza se hizo cargo de la empresa. Al mismo tiempo que se celebraba la junta general de accionistas los trabajadores aceptaban en Jaén el preacuerdo por el que se pactan las indemnizaciones que recibirán al ser despedidos. 300 de los 473 empleados que tiene ahora Molina en plantilla volverán a ser contratados por la nueva empresa que cree Campofrío. Los trabajadores no han conseguido, como solicitaron, que se ampliara a dos millones de pesetas la indemnización que van a cobrar del Fondo de Garantía Salarial (Fogasa) y al final han aceptado el preacuerdo alcanzado hace dos semanas con ligeras modificaciones. Esta tarde, los sindicatos UGT y CC OO se reunirán con el ministro de Trabajo, Manuel Pimentel, para pedir la colaboración de su departamento para los fondos de las prejubilaciones. Una comisión liquidadora será la encargada ahora de preparar la subasta de la empresa. Campofrío, según los sindicatos, podría dirigir la compañía en mayo.